A través de la campaña “Un momento de calma” el Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia (UNICEF) muestra la realidad de casi 250 millones de menores que viven en países afectados por la violencia y atrapados en conflictos armados. En países como Siria, Sudán del Sur, Yemen o República Centroafricana los niños pasan hambre, frío y miedo por estas causas. No se puede mantener la calma ante esta situación. Por eso, desde UNICEF solicitan ayuda humanitaria inmediata e invitan a la acción. En este artículo se muestran las enormes cifras de las catástrofes naturales y humanas, algunos de los casos más graves y los peores conflictos vividos en distintos puntos del planeta y la campaña puesta en marcha por la organización.
Catástrofes naturales y humanas en cifras
Durante 2016, UNICEF quiere llevar ayuda humanitaria a 76 millones de personas, entre ellas 43 millones de niños, en un total de 63 países en situación de emergencia. La organización asegura que para poder hacerlo, necesitan 2.800 millones de dólares.
UNICEF necesita un total de 2.800 millones de dólares para ayudar a 76 millones de personas
Por primera vez en la historia del Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia, la mayor parte de este dinero (el 25%) irá destinado a dar educación a los menores que viven en situación de emergencia. En 2015 dieron acceso a educación en emergencias a 4,9 millones de niños; este año quieren llegar a 8,2 millones; más de la mitad de ellos son de Siria.
Según el informe «Acción Humanitaria para la Infancia 2016«, cerca de 250 millones de pequeños habitan en países afectados por la violencia, a menudo conflictos prolongados en el tiempo. En 2015 millones de niños y familias tuvieron que abandonar sus hogares para huir de la violencia, la persecución, la miseria y otras emergencias relacionadas con el clima (inundaciones, ciclones, tsunamis y otros desastres naturales).
Como asegura Anthony Lake, director ejecutivo de UNICEF, «si bien las cifras son enormes, también lo son las oportunidades para salvar no solo vidas, sino el futuro de millones de niños».
Los peores conflictos para los niños
Según datos de UNICEF, son muchos los puntos del planeta en los que los pequeños viven el frío, el hambre, el miedo, el dolor… Son los más vulnerables ante las catástrofes naturales y los conflictos armados, no entienden nada ni tienen la culpa de nada de lo que les está pasando. Estos son solo algunos de los casos más graves:
- Siria vive la mayor crisis humanitaria del momento. Casi cinco años después del comienzo de la guerra, unos 13,5 millones de personas necesitan ayuda urgente dentro del país. Más de cuatro millones se han visto obligadas a dejarlo todo y huir a otros países.
- La crisis de refugiados en Europa ha provocado el incesante aumento de niños que llegan al continente huyendo de la violencia de países como Siria, Irak o Afganistán.
- En Sudán del Sur se vive un grave conflicto desde hace más de dos años. Unos 2,3 millones de personas han huido de sus casas por la inseguridad y la violencia. Toda una generación de menores podría perder su futuro.
- En República Centroafricana, país también asolado por la guerra, hay más de 1,2 millones de personas que sufren una grave inseguridad alimentaria. En UNICEF calculan que 39.000 niños podrían padecer desnutrición aguda grave.
- En Yemen, los constantes enfrentamientos han provocado que más de 21,2 millones de personas (el 80% de la población total) necesiten ayuda humanitaria urgente. Entre ellas se encuentran 9,9 millones de pequeños.
- En Irak la violencia constante ha desplazado a casi 3,2 millones de personas. Los niños se están enfrentando a la pérdida de la escolarización, el trabajo infantil, el cólera y el riesgo de ser reclutados por grupos armados.
- En Ucrania 580.000 menores están afectados por el conflcito. Los que viven cerca de la primera línea de combate se encuentran cada día ante bombardeos, minas y explosivos no detonados.
Este es el lema de la nueva campaña de UNICEF en la que se muestra la banda sonora de la vida de los más de 250 millones de niños que viven entre bombardeos aéreos, sirenas de alarma, gritos, huracanes, ventanas que se rompen, metralletas, etc.
Esta iniciativa invita a respirar hondo e imaginar un lugar relajante, donde poder escuchar los sonidos de la lluvia, los pájaros o el mar. Una vez que uno se está deleitando con esos sonidos y puede respirar, le sacan de ahí a través del sonido real que escuchan quienes viven a diario los conflictos y las guerras.
Esta campaña impactante no deja indiferente a quien se acerca a ella, pues le pone en contacto directo con la realidad de quienes viven el miedo, el dolor, el frío y en constante alarma ante los conflictos diarios.
Quien no pueda mantener la calma ante tanto dolor, conflicto y barbarie puede colaborar a través de la página de Emergencias 2016.