Las compras navideñas solidarias no solo emocionan a quienes las reciben, también tienen beneficios para otras personas. Los regalos solidarios permiten a muchos niños acceder a la educación, dignifica el trabajo de campesinos, permite a las protectoras de animales seguir ayudando a los gatos y perros en busca de un hogar y protege el medio ambiente. Nadie se libra de adquirir obsequios en Navidad, pero si comprar presentes es un gesto ineludible -ya sea para los niños, la familia o los amigos-, lo natural sería hacerlo de manera más solidaria y responsable, una práctica que puede mejorar la vida de los más desfavorecidos. He aquí algunos ejemplos.
Compras navideñas con causa
Un regalo solidario ayuda a financiar proyectos sociales, de cooperación, medio ambiente, protección de los animales o investigación
Un regalo solidario es aquel que compramos a una ONG o que permite colaborar con alguna, y cuya recaudación financia proyectos sociales, de cooperación, medio ambiente, protección de los animales o investigación. Según Ana Benavides, directora de la Fundación Lealtad, una entidad sin ánimo de lucro que persigue aumentar la confianza de los ciudadanos en la ONG, «son una manera de contribuir a causas sociales mientras haces tus regalos de Navidad o tienes un detalle con amigos y familiares».
En Navidad somos más solidarios y es un buen momento para hacer un presente con un fin social. Hay una gran variedad donde elegir: desde entradas a conciertos y obras de teatro solidarios, hasta productos de mercadillos. También se puede obsequiar con una suscripción como socio a una ONG.
Cuando el regalo procede del comercio justo, el presente, además, apoya un sistema comercial más justo, humano y más sostenible para todos. «Un artículo de producto justo ha sido realizado por personas que han recibido un precio adecuado por su trabajo, con el que pueden cubrir sus necesidades básicas, por lo que contribuye al desarrollo de comunidades empobrecidas», afirma María Fernández, presidenta de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.
Claves para reconocer un regalo solidario
Como siempre que colaboramos con una ONG, sea con una donación, como voluntario o comprando un regalo solidario, «es importante informarse y conocer la organización que realiza el proyecto y que, en definitiva, recibirá los fondos», apunta Benavides. Algunas claves para lograrlo es consultar su sitio web, ojear su memoria de actividades, mirar cómo se financia o quién gestiona la entidad. Estos gestos permiten conocer a la ONG y establecer un vínculo que favorece tanto al que colabora como a la organización. Pero para que la colaboración sea eficaz, es importante informarse también después, dice, preguntar a la organización por el proyecto e interesarse por la actividad realizada. Además, en el sitio web de la Fundación Lealtad hay un listado de las ONG acreditadas por esta entidad, un sello que garantiza que son cumplen principios de transparencia y buenas prácticas.Si se escoge una opción de comercio justo, hay que acudir a alguna de las 150 tiendas y puntos de venta repartidos por toda la geografía española o bien comprar a través de las tiendas online de la entidad. La presidenta de la coordinadora da otros consejos para reconocerlos: «Estos productos deben incluir en su envase alguno de los sellos avalados«, es decir, Fairtrade, Símbolo de Pequeños Productores, Ecocert/Fair for Life, Naturland o el sello de la Organización Mundial del Comercio Justo (WFTO).
Seis ideas solidarias para regalar
1. Productos elaborados por personas con alguna discapacidad o en riesgo de exclusión. Existe una amplia oferta de obsequios (agendas, calendarios, artículos de decoración, accesorios, etc.) y para todos los bolsillos.
2. Tarjetas de Navidad solidarias, bien sea para empresas o para felicitar las fiestas a nuestros amigos y familiares. Las hay tanto en papel como electrónicas.
3. Eventos solidarios. Son un regalo original para acudir en grupo o llevar a los niños. Se encuentran de todos los tipos, desde mercadillos hasta conciertos e incluso fiestas organizadas por entidades animalistas, como la Asociación Nacional Amigos de los Animales (ANAA).
4. Cesta de comercio justo. En las tiendas de esta red o a través de sus tiendas electrónicas, es posible crear una cesta con productos de alimentación que incluya cafés (hay una gran variedad), infusiones, chocolates y bombones, galletas, dulces navideños (turrón, panettone…) e incluso bebidas.
5. Juguetes respetuosos. Para los más pequeños, existen muñecos y juguetes de tela muy coloridos y con originales diseños.
6. Cosmética natural. La belleza también puede ser solidaria, y muestra de ello son los artículos de cosmética natural solidarios. La oferta incluye jabones, cremas hidratantes, champús y aceites corporales hechos con rosa mosqueta, e incluso aceite de argán o manteca de karité producidos bajo los principios del comercio justo.