No siempre se cumplen pero hacer una lista de buenos propósitos a comienzos de año ayuda a hacer recuento de lo ya vivido y todo lo nuevo que se desea vivir. Apuntarse al gimnasio o aprender idiomas son algunos de ellos. Sin embargo, no siempre uno se para a pensar en los demás y en lo que se podría aportar para cambiar el mundo. Siempre hay pequeñas acciones solidarias que generan enormes beneficios. Si cada persona pusiera en marcha alguno de estos pequeños gestos solidarios, se entendería que lo que se hace es importante y puede influir en la vida de otras personas. En este artículo se proponen algunas ideas como el voluntariado, ser donante de una ONG o estar al día de lo que sucede en el mundo.
1. Apoyar de forma activa alguna causa social
Todo comienza por ser más activo socialmente y pensar que hay más personas que te necesitanTodo comienza por ser más activo socialmente y pensar que hay más personas que no tienen la oportunidad de tener un techo, un trabajo, comer tres veces al día o poder calentar su hogar. Se necesitan las voces de los activistas motivados para el cambio y todo comienza por estar al día de las injusticias sociales y defender alguna causa que se considere importante es un leitmotiv para tratar de hacer este mundo mejor. Basta con proponerse abrir los ojos y saber lo que pasa en el mundo, leer las noticias, no mirar para otro lado y dar un pequeño paso para ayudar a otras personas. Como se dice en el siguiente vídeo: «No te digo que cambiarás el mundo pero sí que en tu papel en este mundo ¡tú puedes hacer la diferencia!».
Ante un tema que puede ser preocupante o urgente se puede iniciar una petición de cambio o apoyar las ya creadas por otras personas desde webs como Change.org o Avaaz.org. Si llegan mensajes sobre cómo ayudar a las personas refugiadas, a personas con discapacidad o con alguna enfermedad, no quedarse parado es un buen comienzo. A veces, solo el hecho de difundirlo puede generar el apoyo de otras personas a través del efecto mariposa.
2. Donar una parte de los ingresos
Querer que las cosas cambien y no hacer nada por ello es algo bastante común entre la ciudadanía, y cuando se trata de dinero, cuesta más desprenderse. Decimos que no podemos pero luego tenemos gastos innecesarios que podrían evitarse donando ese dinero a una ONG. Dar dinero a una ONG es más sencillo de lo que se piensa, y no hay obligación de hacer un ingreso periódico. Se puede elegir la cantidad e incluso hacer donaciones puntuales a algún proyecto o catástrofe humanitaria.Si elegir la ONG resulta complicado, en el artículo ‘¿A qué ONG puedo donar mi dinero?‘ se ayuda a definir las prioridades, conocer la organización o la causa que defiende, ver las personas a las que atiende y hacer una donación eficaz. Además, es interesante conocer que se puede recuperar en la Declaración de la Renta el 75% de lo donado.
3. Hacer voluntariado
Dedicar parte del tiempo libre que se tiene a los demás es un gesto generoso ante el cual se encuentran muchas excusas para no llevarlo a cabo. Hay varias formas de colaborar como voluntario aportando las habilidades, conocimientos y lo que a uno le gusta hacer. Se puede hacer un voluntariado presencial cerca de la localidad de residencia, también en otro país o incluso un voluntariado on line para quienes disponen de poco tiempo y disfrutan de la tecnología.
Para descubrir a qué ONG se quiere echar una mano, existen plataformas como Hacesfalta.org, la Plataforma del Voluntariado de España o Idealist y, por supuesto, se puede contactar directamente con la organización que a uno le guste y ofrecerse como voluntario.
4. Interesarse por alguna persona que esté en la calle
No cerrar los ojos a la realidad es el principio para hacer un mundo más solidarioNo cerrar los ojos a la realidad es el principio para hacer un mundo más solidario. En España se calcula que hay unas 40.000 personas sin hogar y, a veces, pasamos a su lado como si no las viéramos.
Un propósito del año sería parar a hablar con alguna de estas personas e interesarse por cómo están, invitarles a un café o bocadillo caliente. Hay ONG como RAIS Fundación, Fundació Arrels, Cáritas Española y otras muchas que trabajan para acompañar a estas personas y proporcionarles los derechos básicos de comida, techo donde dormir, atención sanitaria y compañía.