Han dejado de ocupar a diario grandes titulares y las portadas de los medios de comunicación, pero la situación de las personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes sigue siendo desoladora. Más de 62.000 personas refugiadas siguen viviendo en Grecia, donde llegaron en busca de acogida y se han encontrado con las trabas de las políticas de la Unión Europea que, como asegura la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), han convertido al país heleno en una “ratonera para refugiados”. Por eso es necesario no olvidarles y actuar. En este artículo se proponen ocho formas sencillas de ayudar a las personas refugiadas, favorecer que rehagan sus vidas y se reúnan con sus familiares y evitar que continúen en condiciones indignas: desde colaborar con una ONG hasta difundir o hacer donaciones de dinero y juguetes.
El informe ‘Atrapados en Grecia‘ realizado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado describe las numerosas vulnerabilidades de derechos humanos que sufren las personas solicitantes de asilo, tras un año de la entrada en vigor del Acuerdo entre la Unión Europea y Turquía.
Aunque las peticiones de asilo han disminuido (2.975 sirios) con respecto a 2015 (5.724), sigue siendo preocupante el número de personas que mueren ahogadas en el mar Mediterráneo: el año pasado fueron 5.092 personas, un 25% más que el año anterior. CEAR denuncia, entre otras cosas, que hay personas que llevan más de un año sin poder salir de las islas griegas esperando una resolución de su procedimiento, las malas condiciones en los centros y los campos, la falta de información, la incertidumbre, angustia y duelo al que se enfrentan y el impacto en su salud física y psicológica. Es en especial grave la situación de las mujeres refugiadas, pues, como se recoge en el informe, se ha producido un aumento de las denuncias de agresiones sexuales y violencia; viven el miedo, la inseguridad, la falta de aseos y espacios seguros; y sufren una deficiente alimentación en el caso de las mujeres embarazadas y lactantes. Y a ello se suma la falta de recursos específicos para los menores no acompañados ante los que el Estado griego no cuenta con suficientes plazas.
Pero, ¿qué puede hacer cualquier ciudadano para ayudar a los refugiados y contribuir a que cambie su situación? A continuación se describen ocho formas sencillas que pueden cambiar la vida de miles de personas.
1. Colaborar como voluntario con las ONG en España
Por separado no es fácil gestionar la ayuda y la buena voluntad de toda la ciudadanía que quiere echar una mano a los desplazados. Por eso, contactar con organizaciones especializadas como ACNUR, CEAR y Accem (especializada en migrantes y refugiados en situación de exclusión) es uno de los primeros pasos que se pueden dar.Además, hay otras grandes instituciones que trabajan en el terreno que también están necesitando ayuda en las oficinas de España: Médicos sin Fronteras, Cruz Roja, Save the Children, Proactiva Open Arms, UNICEF, Rescate, MOAS, SOS Refugiados… Se puede colaborar en la organización de eventos solidarios, talleres de concienciación, en la recogida de material, etc.
2. Donaciones: dinero, comida, ropa, juguetes…
Las donaciones económicas, de comida, ropa, juguetes, material educativo y mantas siguen siendo una de las mejores alternativas hasta que las iniciativas gubernamentales se pongan en marcha o sigan su curso.Cualquier aportación económica es importante, porque son muchas las necesidades que allí tienen, desde agua potable, comida, atención sanitaria, mosquiteras, vehículos para el transporte de materiales, etc. Siempre se puede elegir la forma de aportar dinero, la periodicidad y a qué ONG donarlo.
Si se piensa en preparar un envío a Grecia u otro país, conviene leer con detenimiento las recomendaciones que hacen desde Bienvenidos Refugiados Voluntarios Grecia, una ONG que está trabajando en los campos de Idomeni (Grecia) y conoce muy bien la realidad. Su último vídeo pone de manifiesto la ropa que llega y que es preciso desechar.
3. Viajar como voluntario a Grecia
A través de SOS Refugiados se puede viajar a Grecia y participar de todas las tareas de voluntariado que allí son necesarias: desde la clasificación y reparto de ropa y alimentos, las clases para niños y adultos, actividades lúdicas y socioeducativas, cocinar para quienes viven en los squats (edificios, en su mayoría públicos, ocupados por los refugiados) o estar junto a ellos y acompañarles entendiendo la situación en la que están.Testimonios como el de Maximina Espeso, enfermera y voluntaria en Grecia a la que EROSKI CONSUMER entrevistó hace unos meses, ayudan a tomar la decisión de ir y colaborar.
4. Sensibilizar sobre la realidad que viven los refugiados
Participar en las campañas que realizan las distintas ONG es muy importante. Poderlas difundir en las redes sociales, también a través de WhatsApp, y hablar de ello con los amigos, familiares y conocidos es algo que no puede esperar. A veces se piensa que las personas migrantes solo huyen de las guerras como la de Siria, pero son muchos los perseguidos: personas homosexuales o lesbianas, perseguidas por violencia de género, matrimonio forzado, mutilación genital, trata de personas con fines de explotación sexual, etc.En este propósito de sensibilización, profesorado y centros educativos tienen una gran labor para mostrar esta situación a alumnos y padres, haciéndoles partícipes de la realidad de las personas refugiadas. Se necesitan las voces de activistas y personas voluntarias que desean que la comunidad cambie.
5. Presión social para cambiar las políticas
En octubre de 2015 la UE se comprometió a reubicar desde Italia y Grecia a 160.000 solicitantes de asilo, así como a reasentar desde países de fuera de la Unión Europea a otras 20.000 personas refugiadas en un plazo de dos años. A fecha de mayo de 2017 solo se han reubicado a 18.418 personas (desde Grecia e Italia) y 14.205 han sido reasentadas en el marco del programa de la UE.Es importante firmar algunas de las denuncias y propuestas que llevan a cabo organizaciones como CEAR por distintos motivos, como el acuerdo ilegal de la UE y Turquía que vulnera los tratados internacionales.
6. Ayudar a los refugiados en España
Abogados y traductores son algunos de los profesionales más habitualmente requeridos para ayudar a los refugiados con las gestiones iniciales para ubicarse en nuestro país. Se puede prestar el servicio a través de una ONG o directamente con el SETI (Servicio de traductores e intérpretes) y la Abogacía Española que ha creado un registro de abogados especializados en materia de inmigración.Por supuesto, toda la asistencia sanitaria y psicológica también es básica durante el acompañamiento e integración.
7. Acoger a una familia siria
El sistema de acogida de España se articula a través de diferentes centros situados en Madrid (Alcobendas, Vallecas y Getafe), Valencia, Zaragoza, Barcelona, Pamplona, Málaga o A Coruña. En la red de ciudades-refugio son varios los municipios comprometidos con ofrecer refugio a las personas migrantes, una iniciativa que se ha llevado a cabo desde partidos políticos, instituciones públicas y ONG.Teniendo en cuenta que un refugiado al pedir asilo entra en un proceso no solo administrativo, sino también de adaptación e integración en el país, es necesaria la asistencia de profesionales.