Imagen: Save the Children
La ONG Save the Children ha iniciado la campaña ‘1.000 euros para reescribir las próximas Navidades’, dirigida a las pequeñas y medianas empresas (PYMES). El objetivo de esta iniciativa es que cada empresa realice una aportación de 1.000 euros, que servirán para que 20 niños y niñas que han sido víctimas de conflictos bélicos en su país reciban en 2008 una beca de estudios. «Los conflictos armados roban a 39 millones de niños la oportunidad de lograr un futuro mejor, de conocer y hacer valer sus derechos, de tener un arma inofensiva y eficaz con la que defenderse de la violencia: la educación», explican los promotores de la campaña.
Con esta iniciativa se pretende mejorar también la calidad de los programas educativos que reciben otros cinco millones de menores en todo el mundo
Esta actividad se enmarca dentro de una campaña más ambiciosa, denominada ‘Reescribamos el futuro’, con la que Save the Children se ha comprometido a garantizar que, hasta 2010, un total de tres millones de niños y niñas que residen en países en conflicto y que no acuden a la escuela, puedan acceder a la educación. Además, pretende mejorar la calidad de los programas educativos que reciben otros cinco millones de menores y organizará acciones para conseguir que se destinen los recursos «necesarios» para alcanzar una educación de calidad para todos.
Las empresas que deseen participar en esta iniciativa pueden elegir entre tres opciones:
- La Rifa más Solidaria. Cada empresa que entregue 1.000 euros a la ONG recibirá a cambio un millar de papeletas numeradas. En cada una de ellas, se explica la situación en la que viven los millones de niños y niñas sin escolarizar, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el programa ‘Reescribamos el futuro’ y la finalidad de esta rifa. La empresa se encarga también de adquirir el premio de la rifa, que puede ser una cesta de Navidad, un viaje para dos personas o los regalos que habitualmente se sorteen entre los trabajadores y trabajadoras.
- La Tarjeta de Felicitación más cara. En este caso, cada empresa recibirá, a cambio de 1.000 euros, un total de 20 tarjetas de Navidad. Con los 50 euros que cuesta cada tarjeta se consiguen los recursos necesarios para que un niño o niña estudie durante un año. La idea es que cada tarjeta, de edición limitada y que lleva impreso el objetivo de esta acción, se envíe a «los 20 mejores contactos» de la empresa.
- Club 1000 de pymes. Ésta es la única opción que implica un compromiso de futuro, puesto que cada empresa que se sume a esta iniciativa destinará 1.000 euros anuales a programas de desarrollo. A cambio, Save the Children les enviará un diploma honorífico con los 10 compromisos solidarios que deberán respetar «para reescribir el futuro de miles de niños y niñas». Estos compromisos abarcan todos los objetivos de la campaña.
Con esta campaña, además de permitir que millones de niños y niñas accedan a una educación de calidad, los promotores pretenden que cada empresa muestre “la cara más humana”. A cambio, cada empresa recibirá una placa de reconocimiento personalizada, un certificado fiscal para que pueda deducir de la cuota líquida del Impuesto de Sociedades el 35% de la aportación a la ONG (lo que supone una deducción de 350 euros) y una mención a su apoyo en la memoria de 2007.
Según datos de la propia ONG, 43 millones de niños y niñas no pueden recibir educación debido a los conflictos armados. Además, un total de 115 millones de pequeños no asisten a la escuela primaria, una cifra que equivale al 18% de la población mundial en edad de recibir esta enseñanza. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio se plantean conseguir en 2015 la escolarización de todos los menores, aunque las ONG creen que este logro no será posible.
“La educación puede favorecer la solución de conflictos, la tolerancia, el respeto de los derechos humanos y el espíritu ciudadano”
“Uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la comunidad internacional consiste en asegurar que los niños en países afectados por conflictos reciban una educación”, advierte Save the Children en un informe sobre el acceso a la educación. Para esta organización, la educación es “el arma más poderosa para la protección de los niños y niñas”. Gracias a ella, se tiene acceso a conocimientos formales y a una seguridad que permite a los pequeños aprender a protegerse a sí mismos, al adquirir conciencia del peligro que tienen enfermedades como el VIH/sida.
En muchos casos, la educación es el único medio que puede romper el círculo de la pobreza. Cada año de escolarización supone un incremento del 10% en los salarios, da especialmente a las niñas la oportunidad de un futuro mejor y la posibilidad de transmitir a sus hijos lo que han aprendido, e incrementa la probabilidad de que éstos reciban también educación. “La educación fomenta la paz, además de impulsar la perspectiva de un futuro estable. La educación puede favorecer la solución de conflictos, la tolerancia, el respeto de los derechos humanos y el espíritu ciudadano”, resume la ONG.