Acción contra el Hambre distribuye agua para 48.000 personas en Gaza

Acción contra el Hambre ha iniciado la distribución de agua potable para 48.000 personas afectadas por los ataques en Gaza. También está procediendo al reparto de gasóleo para hacer funcionar las bombas de agua y ha iniciado la tramitación para suministrar algunos de los materiales necesarios para la reparación de las infraestructuras dañadas por los bombardeos israelíes.

Las infraestructuras de abastecimiento de agua y saneamiento de la Franja de Gaza se encuentran al borde del colapso tras más de dos semanas de bombardeos e intervención militar, señaló Acción contra el Hambre. Para responder a esta situación, y dentro de las enormes dificultades de acceso a las zonas afectadas, los equipos de la ONG iniciaron ayer operaciones de distribución de agua utilizando siete camiones cisterna.

Miles de personas sin agua

En la ciudad de Gaza y en la zona central de la Franja unas 500.000 personas no tienen ningún acceso a agua corriente, otro medio millón reciben agua sólo de cuatro a seis horas cada cinco a siete días y el resto de la población lo hace de cuatro a seis horas cada dos o tres días, según las informaciones de la Entidad Gestora de las Infraestructuras Hidráulicas de la Franja (CMWU, sus siglas en inglés).

«La principal razón para la escasez de agua y la contaminación es la falta de electricidad y gasóleo para hacer funcionar los pozos y bombas de aguas residuales», explicó el jefe de misión de Acción contra el Hambre en Territorios Palestinos, Stephen Williams. «Quienes tienen acceso a algunas horas de agua, se enfrentan también a grandes dificultades para purificarla, además de sufrir el riesgo adicional de contaminación debido a la destrucción de las redes de saneamiento y las inundaciones de las fosas sépticas», añadió Williams.

Con el objetivo de solucionar en la medida de lo posible esta situación, Acción contra el Hambre distribuirá 50.000 litros de gasóleo, conseguidos a través de un proveedor local, para poner en marcha aquellas bombas imprescindibles para hacer funcionar la red que aún permanece en servicio.

También se vigilará la calidad del agua proporcionada para asegurar que no hay contaminación residual. Un ingeniero de la organización «analizará y hará seguimiento, junto con los técnicos locales, de las causas del colapso de la red de agua en las zonas objetivo y se intervendrá para repararlas lo antes posible», apuntaron desde la organización, que pide el fin de los enfrentamientos y que se facilite el acceso a las víctimas conforme establece el Derecho Humanitario Internacional, garantizando igualmente la seguridad del personal humanitario.