El acogimiento sigue siendo un gran desconocido en nuestro país, pero es un recurso que evita la institucionalización de niños cuyos padres, por circunstancias personales o sociales, no pueden hacerse cargo de ellos de forma temporal o permanente. Las Navidades son un periodo en el que se dan más acogimientos temporales y que favorece que los pequeños sientan el calor de una familia en unas fechas tan especiales. Este artículo muestra la realidad del acogimiento en España y cómo durante la Navidad también se pueden acoger a menors procedentes de los orfanatos de Ucrania.
Modalidades de acogimiento familiar
Hay centros de acogida de menores que se hacen cargo de la educación y la comida de niños cuyos padres no pueden hacerlo de forma temporal o permanente. Pero todos ellos necesitan un cariño personalizado y sentir el abrazo y el beso de una familia. De ahí surge el acogimiento.
La legislación española recoge tres modalidades de acogimiento familiar:
Cómo se puede colaborar
Se puede colaborar acogiendo a un niño de forma permanente, temporal o como paso previo a una adopción. También se puede ayudar a través de la acogida durante los fines de semana y vacaciones de verano o Navidad.
Es lo que hace la Asociación Asistencia a la Infancia. Formada por un grupo de familias aragonesas, se constituyeron para mejorar las condiciones de vida de los menores afectados por el gran desastre de Chernóbil. Ayudan mediante el envío de materiales de primera necesidad y económicamente, pero también con acogimientos temporales no preadoptivos durante los meses de verano y en Navidad. La semana pasada llegaron a Barbastro, Huesca y Zaragoza un grupo de pequeños que pasarán estas fiestas con sus familias de acogida.
La Fundación Acrescere organiza diferentes jornadas y charlas informativas dentro de la campaña «Ningún Menor sin Familia» para dar a conocer y promover el acogimiento familiar de los menores.
A través de ASEAF, Asociación Estatal de Acogimiento Familiar, se pueden conocer otras asociaciones en España dedicadas al acogimiento familiar en las diferentes comunidades autónomas.
Responsabilidades de la persona o familia acogedora
La acogida conlleva una serie de responsabilidades para la familia que ha de asumir y que conviene conocer de antemano teniendo en cuenta que el bienestar de los pequeños es el principal interés.
Como persona o familia acogedora se espera una actitud generosa y una entrega humana. La intención es que los niños pasen unos días en un espacio en paz, con un clima de respeto y evitando posturas paternalistas.
Es importante conocer las circunstancias personales del niño
Por supuesto, hay que entender que es una ayuda gratuita y desinteresada por la que no se espera ningún tipo de compensación material. A las familias que acogen en Navidad se les pide que asuman el coste del traslado y su estancia.
Es importante conocer la situación en la que llega el niño y tener en cuenta sus circunstancias personales. Atendiendo a sus necesidades, también se le informará con amabilidad de los hábitos familiares para integrarle y hacer que se sienta como uno más.
Aunque a veces el periodo de acogimiento sea breve, es importante fomentar en los menores la superación personal y la autonomía y, por supuesto, ser pacientes al esperar resultados de las acciones realizadas.
Además, en el caso de los programas de acogimiento de menores en Navidad, se promueve que las familias mantengan el contacto durante todo el año, se interesen por sus estudios e incluso puedan ir a visitarlos a su ciudad.