La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Oficina Internacional para las Migraciones (OIM) han llegado a un acuerdo para ayudar a los inmigrantes a invertir en el desarrollo agrícola de sus países de origen. Ambas instituciones han acordado trabajar juntas para apoyar proyectos propuestos por los inmigrantes para el desarrollo de África, Asia, Latinoamérica y Oriente Medio.
El acuerdo, firmado entre el subdirector general de la FAO, Jim Butler, y su homólogo de la OIM, Ndioro Ndiaye, contempla la colaboración en proyectos agrícolas que provengan directamente de las comunidades de inmigrantes en Europa y otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La idea es buscar asociaciones con gobiernos centrales y locales tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo y movilizar recursos humanos, financieros y en especie de los gobiernos, asociaciones de migrantes, ONG y el sector privado.
Este compromiso refleja el creciente reconocimiento internacional del papel clave que desempeñan los migrantes en sus países de origen a través de sus contribuciones financieras y su experiencia. Y es que la cantidad de dinero que los emigrantes envían a los países en desarrollo en forma de remesas se calcula que alcanzó los 283.000 millones de dólares en 2008, más que la ayuda exterior o las inversiones directas desde el extranjero.
Asistencia técnica
La FAO y la OIM se han comprometido además a suministrar asistencia técnica, que incluirá ayudar a los migrantes a formular propuestas para proyectos empresariales en agricultura o la industria del procesado, lo que puede suponer ingresos adicionales u oportunidades de empleo en sus comunidades de origen.
Este acuerdo está basado en el concepto de desarrollo compartido (o codesarrollo). Se trata de establecer una doble vía: los migrantes pueden poner sus conocimientos y sus remesas al servicio del desarrollo de sus países de origen, y al mismo tiempo incrementar su propia integración en los países de acogida.