En 2015, Oxfam Intermón, UNICEF España y WWF se unieron para analizar de manera conjunta el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tanto por parte del Gobierno central como por las comunidades autónomas. Gracias a la experiencia adquirida a lo largo de los años en diferentes campos, cada organización aporta un análisis completo de la realidad y establece pautas claras sobre cómo conseguir que la Agenda 2030 se transforme en realidad. Lo explicamos aquí.
En 2017, las tres organizaciones publicaron de manera conjunta unos indicadores que se consideraron «termómetros de calidad» del estado de bienestar y la sostenibilidad ambiental. Un informe que señalaba las tres grandes áreas en las que recaen los mayores desafíos que enfrenta nuestro país: igualdad de oportunidades y cohesión social, una economía respetuosa con la naturaleza y con las personas, y un país abierto y solidario.
Ahora, cuatro años después, los indicadores han sido de nuevo analizados, teniendo en cuenta que los retos a nivel global y local se han multiplicado a raíz de la pandemia de covid-19. Las conclusiones del nuevo informe revelan que no se ha avanzado lo suficiente, que aún queda mucho trabajo por hacer en la que será la década decisiva para el cumplimiento de la Agenda 2030. La aceleración de los esfuerzos es imprescindible.
Estrategia Española de Desarrollo Sostenible
Por ello, es urgente que se apruebe la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible, que lleva años de retraso, estableciendo indicadores e índices rigurosos con metas ambiciosas, relevantes y concretas que nos impulsen para avanzar poniendo en el centro a las personas y a la naturaleza.
El Consejo de Ministros aprobó en marzo las Directrices Generales para la Estrategia, un documento en el que se identificaron ocho retos a abordar por parte del Estado para cumplir con la Agenda 2030, así como ocho políticas aceleradoras necesarias para lograrlo. Y sobre este marco, Oxfam Intermón, UNICEF España y WWF han presentado la versión actualizada de algunos indicadores que han considerado esenciales para medir los avances y las medidas puestas en marcha.
“Es prioritario poner en marcha todos los mecanismos necesarios para mejorar la vida de los 2,4 millones de niños, niñas y adolescentes que viven en riesgo de pobreza relativa en el país, y sin duda la Estrategia de Desarrollo Sostenible es una herramienta clave para lograrlo”, asegura Javier Martos, director ejecutivo de UNICEF España.
Por su parte, Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF, afirma que estamos viviendo “una crisis climática y ambiental sin precedentes. Necesitamos reorientar nuestro modelo económico y social para que respete los límites de la naturaleza y la Estrategia de Desarrollo Sostenible es una buena herramienta para hacerlo. Pero necesitamos un cambio radical, ya que actualmente seguimos deteriorando ríos, acuíferos y humedales, intensificando el consumo de agua y productos químicos en la agricultura, y deteriorando el estado de conservación de hábitats y especies”.
En materia social, Franc Cortada, director general de Oxfam Intermón, recuerda que “la Agenda 2030 prioriza la lucha contra la pobreza y la desigualdad dentro y fuera de nuestras fronteras, lo que se ha demostrado más pertinente que nunca en el contexto de la covid-19. Si bien el Gobierno se ha comprometido a incrementar la Ayuda Oficial al Desarrollo hasta el 0,5 % de la renta nacional bruta para 2023, el incremento registrado todavía es insuficiente, llegando tan solo al 0,24 % de la misma. Es el momento de hacer una apuesta contundente para recuperar esta política”.
Los retos
Como constatamos, los retos a los que hay que hacer frente son grandes. España sigue siendo un país con enormes desigualdades. A pesar del crecimiento experimentado tras la anterior crisis económica, el Estado no ha sido capaz de reducir la desigualdad y la pobreza de manera significativa, y los últimos registros disponibles son hoy peores que los que había antes de 2008.
El impacto de la covid-19 parece haber agravado esta situación, haciendo que las personas más pobres hayan perdido, proporcionalmente, hasta siete veces más renta que las más ricas. Y así lo reflejan también los datos de pobreza infantil, ya que antes de la pandemia un 30,2 % de niños y niñas vivían en riesgo de pobreza o exclusión. Esto sitúa a España a la cola de Europa (solo con Bulgaria y Rumanía por detrás) y lejos de alcanzar la media europea de gasto público en protección social de familias e infancia, un aspecto clave al atajar la situación de la pobreza infantil.
Los avances
Sin embargo, es importante que se valoren los avances, dado que en muchos casos son muy significativos. Por ejemplo, la reciente aprobación de la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI) y cuya necesidad ya había sido demandada por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas en reiteradas ocasiones. Este indicador es el único cuya tendencia aparece en “verde” en la nueva actualización de indicadores.
Asimismo, cabe destacar también la aprobación de otras medidas relevantes que deberían tener un impacto positivo en las tendencias que observamos en la actualidad, como el Ingreso Mínimo Vital, el Paquete de Clima y Energía (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima —PNIEC—, Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, etc.) o el inicio de la reforma del sistema de cooperación, entre otras.
Además, es necesario garantizar la correcta gobernanza, con una coordinación multinivel que incluya a diferentes actores de la Administración Pública y de los gobiernos autonómicos y locales, y que cuente con la sociedad civil. Porque la Agenda 2030 es la agenda de todas las personas para no dejar a nadie atrás.