Al menos 900 millones de personas en todo el mundo viven aún sin acceso a agua potable, mientras que otros 2.600 millones de personas carecen de servicios adecuados de saneamiento, tales como un baño, letrina o pozo séptico. Los datos fueron dados a conocer en un informe conjunto del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un mayor acceso al agua potable y a las instalaciones sanitarias forma parte de uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Casi el 39% de la población mundial, cerca de 2.600 millones de personas, vive sin instalaciones sanitarias mejoradas, de acuerdo con este informe que recoge los últimos datos en instalaciones sanitarias y fuentes de abastecimiento de agua potable en 209 países o territorios para que los actores adecuados puedan decidir las necesidades y las formas de actuación. «Todos reconocemos la importancia vital del acceso al agua y a los servicios sanitarios para la salud humana y el bienestar, y su papel como motor del desarrollo. La cuestión ahora está en cómo aceleramos este progreso para conseguir los ODM y, la más importante, cómo avanzar un paso más para conseguir el acceso universal», indicó la directora del departamento de Salud Pública de la OMS, María Neira.
Aunque la población mundial está repartida casi de igual forma entre las zonas rurales y urbanas, quienes viven en zonas rurales están en peor situación, señala el informe. En estas zonas, siete de cada diez personas viven sin instalaciones sanitarias básicas y casi ocho de cada diez carecen de acceso a fuentes de abastecimiento de agua potable. «Necesitamos centrarnos no sólo en alcanzar los ODM en lo referente al agua y a las instalaciones sanitarias, sino también en conseguirlos con igualdad, para asegurar que los grupos más vulnerables también participan de los éxitos conseguidos en cualquier lugar del mundo», afirmó la jefa de Estadísticas de UNICEF, Tessa Wardlaw.
Se calcula que el agua no potable y los hábitos de saneamiento e higiene insalubres se cobran cada año la vida de 1,5 millones de niños menores de cinco años. La falta de acceso al agua, al saneamiento e higiene incide de manera negativa en la salud, la seguridad, los medios de subsistencia y la calidad de vida de los menores, según el informe. Sus efectos se ceban sobre todo en las mujeres y las niñas, ya que es mucho más probable que sean ellas, y no los hombres o niños, quienes tengan que cargar con el peso de ir en busca de agua potable, apunta el trabajo.
«Sólo quedan cinco años para llegar a 2015, por lo que hay que dar un gran impulso a los esfuerzos y a las inversiones en la esfera del saneamiento con el fin de que, cuando llevemos a cabo nuestra evaluación final del ODM, hayamos conseguido un impacto efectivo», indicó el coordinador de Agua, Saneamiento e Higiene de la OMS, Robert Bos. «Dado que casi 884 millones de personas viven sin tener acceso al agua potable y el triple carece de servicios de saneamiento básicos, debemos intervenir de modo inmediato, en cuanto comunidad mundial, para garantizar agua y saneamiento para todos», señaló la directora de la sección de Agua y Saneamiento de UNICEF, Clarissa Brocklehurst.