El apadrinamiento implica, en su mayoría, a quien apadrina y a su familia, que reciben información periódica del niño o niña apadrinados. Pero ya es posible implicar a los pequeños en esta fórmula solidaria de cooperación, que destina fondos para mejorar la calidad de vida de comunidades del Sur. Un nuevo proyecto de Ayuda en Acción, el apadrinamiento entre niños, permite que estos formen parte de la experiencia, entablen contacto con los menores de las comunidades a las que ayudan y trabajen con sus padres o en el colegio el material educativo que la organización les facilita.
Niños padrinos de otros niños
El apadrinamiento entre niños involucra a los más pequeños en la lucha contra la injusticia. Con este fin, Ayuda en Acción ha puesto en marcha este proyecto que aboga por la educación en valores. Su objetivo es lograr el apadrinamiento de 300 niños de Gran Chimú, en el norte de Perú, ya que según explica Javier Marsá, responsable de este programa, «es la cifra que necesitamos alcanzar para ejecutar un plan de desarrollo que beneficiará a toda la comunidad». En total, se espera luchar contra la pobreza y la exclusión social de unas 2.500 personas que viven en esta zona. A medio-largo plazo, se confía en que la población beneficiaria inicie emprendimientos económicos y sociales «que les permitan valerse por sí mismos y ser los artífices de su propio desarrollo», agrega Marsá.
Los niños intercambiarán cartas para conocer cómo son sus vidas, su cultura y sus costumbres
Es un reto «ambicioso, pero asequible», al que ya han respondido 150 familias. Todas ellas podrán implicar en este proceso a sus hijos, que tendrán la oportunidad de intercambiar cartas con los niños apadrinados para contarse cómo son sus vidas, conocer unos la realidad de los otros y adquirir valores como la solidaridad, el compromiso y el esfuerzo. Los niños reflexionarán sobre el modo de vida propio y de otros pequeños, conocerán su realidad y adquirirán conciencia de su capacidad de influencia en la sociedad. La idea es crear vínculos de amistad entre ellos para que aprendan cómo viven otros niños, cómo piensan, cómo es su cultura y cuáles son sus costumbres, así como dotarles de las herramientas para luchar contra la injusticia. «Solo si conocen las causas de la pobreza pueden tomar partido y actuar para construir una sociedad más justa», apunta Ayuda en Acción. La organización pide a los padrinos que mantengan su compromiso, siempre que sea posible, durante el tiempo que dure el desarrollo del proyecto, un periodo que dura de media diez años y que permite a las familias «descubrir otras realidades, los avances de la comunidad y los proyectos que Ayuda en Acción pone en marcha», precisa Javier Marsá.
Las cuotas se invertirán en instalaciones educativas, formación de profesores, alfabetización de mujeres, apoyo a una red de trabajadoras sanitarias que se trasladan hasta las zonas más alejadas, apoyo a grupos de trabajo para mejorar la gestión del agua y mejora de las viviendas, con la instalación de chimeneas que evitan que el humo afecte a la salud de quienes las habitan. «En conjunto, se trata de garantizar que la población tiene las necesidades más básicas cubiertas, a la vez que buscamos soluciones a largo plazo», explica Javier Marsá. Los padrinos conocerán todos los detalles de este trabajo y formarán parte de él gracias al apadrinamiento, que mejorará las condiciones de vida de la comunidad y garantizará el acceso a la educación de los niños.
Compartir la experiencia con los padres
Este proyecto permite que los progenitores compartan con sus hijos la experiencia del apadrinamiento y que juntos conozcan valores como la justicia. Los padres recibirán información sobre el avance del proyecto que apoyan y sus niños establecerán una relación con los pequeños apadrinados, una información que podrán compartir. Ayuda en Acción se compromete a que la relación sea frecuente a través de la web del proyecto, así como de comunicaciones que se enviarán por correo postal. «Los niños y niñas de España pueden escribir a sus amigos tantas veces como quieran, aunque las cartas desde Perú llegarán dos veces al año para facilitar su logística», aclara Javier Marsá. La redacción de las cartas se plantea en los centros peruanos como una actividad escolar, en la que los menores se explican entre ellos cómo son sus amigos en España. Es una actividad que requiere tiempo. No obstante, la ONG enviará a los niños otras comunicaciones sobre las costumbres y el modo en que viven los pequeños apadrinados.
El primer contacto se establecerá nada más solicitar el apadrinamiento. Los padrinos recibirán un peluche del protagonista de esta campaña, Wedu, «un personaje que llega de otro mundo y no entiende las desigualdades del nuestro», un carné «para que los niños formen parte de la panda solidaria», un póster para completar con la foto, la ficha y los datos del menor apadrinado, además de los materiales educativos que podrán trabajar en casa con sus padres: cómics, fichas de actividades, vídeos de dibujos, concursos y entrevistas. «Niños y padres reciben información del proyecto -matiza Javier Marsá-, pero en el caso de los niños esa información está adaptada a su lenguaje y requiere que actúen, escriban, piensen y reflexionen sobre cómo funciona el mundo y si pueden mejorarlo». Todos los materiales se envían por correo postal y se actualizan en la página web del proyecto. El coste del apadrinamiento es de 16 euros mensuales. Quienes ya tengan apadrinado a un niño podrán sumarse a este programa si lo desean. Basta con que registren a los pequeños en la web y accederán a los materiales.
Trabajar la educación en valores en el colegio
Los profesores, directores, padres o Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAS) pueden contar con una serie de actividades adaptadas al aula. Con la figura de Wedu se han elaborado actividades educativas para aprender a través del juego. Este personaje da nombre al programa que se desarrolla en los centros: Weducole. La idea es fomentar el apadrinamiento colectivo, bien por parte de una clase o del propio centro. En este caso, los alumnos tendrán contacto con el niño apadrinado y sus compañeros de clase, conocerán su historia y reflexionarán en grupo.
Igual que en el caso de las familias, los centros recibirán un muñeco Wedu de peluche, un diploma acreditativo, materiales para la clase y para el centro y, de manera periódica, se les enviarán por correo electrónico noticias, propuestas y actividades para participar en Weducole. En el caso de colegios que ya tengan apadrinado un niño, pueden mantener el vínculo con el mismo niño y darse de alta en la web para recibir comunicaciones y propuestas de Weducole.