Este 15 de marzo se cumple el décimo aniversario del conflicto en Siria. Esto la convierte en la guerra más larga de la historia reciente y, también, en una de las más brutales. Se trata de una de las crisis humanitarias más importantes de nuestro tiempo, que ha dejado la vida y el futuro de una generación de niños y niñas pendiendo de un hilo. Menores que solo han conocido dificultades, destrucción y privación. Hoy, Siria es uno de los lugares más peligrosos para nacer y crecer. Te lo contamos.
En Siria, la gravedad y la complejidad de las necesidades humanitarias de más de 13 millones de personas (la mitad de ellas, menores) se han recrudecido debido a la recesión económica, al aumento del coste de los productos básicos y la devaluación de la moneda, todo ello agravado por el impacto socioeconómico de la covid-19.
Siria: 10 razones para ayudar a la infancia
Hoy, con 10 años de guerra y con una situación aún más crítica que nunca, encontramos al menos 10 razones para apoyar a los niños y niñas de Siria. Son las siguientes:
- 1. ¿Te imaginas haber vivido toda tu vida en guerra? Eso es lo que les pasa a miles de niños y niñas menores de 10 años en Siria. Se calcula que casi cinco millones de menores han nacido en el país en época de guerra y un millón más lo ha hecho como refugiado en países vecinos. Menores que no conocen otra realidad y crecen sin suficientes alimentos, agua, atención médica y refugio.
- 2. Violencia y ausencia de protección con datos desgarradores. Casi 12.000 niños y niñas murieron o resultaron heridos, 5.700 son reclutados para la guerra, algunos con tan solo siete años. En el noreste hay 27.500 menores atrapados en campamentos y centros de detención.
- 3. La guerra ha destruido los centros sanitarios. Ante la falta de suministros, los servicios de atención primaria no funcionan o lo hacen parcialmente, y los programas de inmunización se interrumpen, sin poder prevenir ni tratar enfermedades mortales como el sarampión, la diarrea o la malaria.
- 4. El precio de la cesta básica de alimentos ha aumentado en 2020 más del 230 % y el número de personas con riesgos por la falta de alimentos ha aumentado un 42 %. Más de medio millón de niños y niñas menores de cinco años en Siria sufren retraso en el crecimiento como resultado de una desnutrición crónica.
- 5. El 65 % de las familias no pueden satisfacer sus necesidades básicas, y más del 60 % de los niños y niñas en diferentes comunidades se enfrentaron al matrimonio infantil o se vieron inmersos en situaciones de trabajo infantil que les impidieron asistir a la escuela.
- 6. El número de consultas médicas sobre salud mental se triplicó en 2020, ya que la exposición continua a la violencia, el shock y el trauma ha tenido y tendrá un gran impacto en sus vidas.
- 7. Los niños y niñas refugiados en los países vecinos se han multiplicado por diez desde 2012, elevándose a 2,5 millones los registrados. Y son 6,1 millones de menores y sus familias los desplazados dentro de Siria, de los que 490.000 presentan necesidades urgentes en lugares de muy difícil acceso.
- 8. Todos los años se enfrentan al duro invierno, con lluvias torrenciales y nieve, afectando en el noroeste al menos a 22.000 personas. Muchas de ellas viven en tiendas de campaña, refugios y edificios destruidos o sin terminar. Para obtener calor recurren a la quema de materiales inseguros, generando en muchos casos incendios.
- 9. Las infraestructuras son atacadas o inutilizadas y se utiliza el agua como un arma de guerra más. Se calcula que unos 10,7 millones de niños, niñas y sus familias necesitan acceso a agua potable y servicios de saneamiento e higiene, de los que unos tres millones están en una situación muy grave.
- 10. La guerra ha generado una de las mayores crisis educativas de la historia reciente. Toda una generación está pagando el precio. Casi 3,2 millones de niños sirios no van a la escuela, incluido el 40 % de las niñas.
La importancia de la asistencia humanitaria en Siria
Estas razones y toda una década de conflicto han impulsado a UNICEF a perseverar ante los desafíos y brindar asistencia humanitaria. Entre los logros están, por ejemplo, que casi 900.000 niños y niñas recibieran inmunizaciones o vacunas de rutina contra el sarampión; que más de 400.000 niños y niñas contaran con apoyo psicosocial; que más de 3,7 millones tuvieran acceso a la educación formal y no formal; que más de 5,4 millones de personas accedieran a agua potable gracias a la mejora de los sistemas de suministro de agua; y poder llegar a más de 55 millones de personas con información sobre medidas de seguridad y salud en respuesta a la pandemia de covid-19.
Por eso, mientras Siria cumple 10 años de guerra, necesitamos el apoyo de todas las personas para seguir asistiendo a su infancia. Porque no desistiremos y escucharemos sus voces, que lo único que desean es el cese de esta terrible situación. Solo entre todos los agentes lograremos un futuro para esa generación.