El impacto del coronavirus tiene muchas ramificaciones y una de ellas es el aumento de la precariedad. La gravedad de la situación puede verse fácilmente con distintos indicadores, como el número de personas que están en paro, el volumen de ERTE que se han realizado este año o las solicitudes del Ingreso Mínimo Vital. Pero nada muestra la vulnerabilidad social con tanta elocuencia como las solicitudes de ayuda alimentaria. Las llamadas “colas del hambre” son una realidad en nuestro país y, en este contexto tan delicado, las donaciones a los bancos de alimentos son más importantes que nunca.
La economía de los hogares españoles se ha resentido en 2020. Según los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), hay casi 600.000 personas más en paro que las que había en enero: en total, unas 3.800.000. La situación es especialmente dura para aquellas familias en las que todos sus miembros están sin trabajar, una realidad que enfrentan más de un millón de hogares en nuestro país. Solo en el tercer trimestre del año se han sumado a esta lista 23.900 nuevos casos.
Covid-19: de la emergencia sanitaria a la emergencia alimentaria
La pandemia de covid-19 ha llevado al límite todos los aspectos de la vida cotidiana: desde la salud, la educación y las relaciones personales hasta la alimentación, el ahorro y el trabajo. En materia alimentaria, casi todos recordamos cómo fueron los meses de marzo y abril, con las compras de acopio y el desabastecimiento temporal de los supermercados. Lo que quizá no tenemos tan presente es que miles de familias en España ni siquiera tuvieron la oportunidad de vivir aquella experiencia porque no tenían dinero para comprar comida.
«La crisis ha originado una emergencia alimentaria sin precedentes en el país, dejando a cientos de familias que antes no habían solicitado ayudas a merced de las entidades sociales para poder recibir una comida en sus hogares», señalan desde la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL). La institución, que está compuesta por 54 Bancos de Alimentos, confirma que tras el inicio de la pandemia han aumentado las solicitudes de ayuda, y ofrece el detalle de esta nueva realidad: «Si al inicio del año estábamos ayudando a un millón de personas desfavorecidas y al final del estado de alarma eran un millón y medio las que necesitaban de nuestro apoyo, ahora ya son 1.800.000 en esta segunda ola». De ellas, casi 200.000 son niños.
Recogida de alimentos en 2020: una campaña distinta
El año pasado, la FESBAL consiguió movilizar más de cien mil voluntarios y recoger 21.000 toneladas de alimentos. Pero en 2020 la campaña será distinta: en lugar de escoger nosotros los productos y depositarlos en los puntos de recogida, solo se podrán hacer donaciones económicas. «En este momento de pandemia, lo más importante es realizar donaciones económicas para que los Bancos de Alimentos puedan comprar aquellos alimentos que más les urgen», señalan los portavoces de la institución.
Estas donaciones podrán hacerse durante ‘La Gran Recogida de alimentos 2020’ de dos maneras:
- En las cajas de supermercados y tiendas: entre el 16 y el 22 de noviembre.
- A través de la página web oficial: entre el 16 de noviembre y el 6 de diciembre.
Lo que no podremos hacer, sin embargo, será elegir los productos. Esto lo harán directamente los bancos «en función de cómo vayan viendo sus stocks en sus almacenes». Pero ¿a qué tipo de alimentos le darán prioridad? «La compra siempre se dirige a los que más se necesitan, generalmente alimentos básicos y algunos otros que, por precio, se donan menos, como los alimentos infantiles, por ejemplo», explican desde la FESBAL.
Además, explican que los productos que más se suelen donar y que más se tienen en los almacenes de los Bancos de Alimentos son pasta, arroz, legumbres y cereales. Por tanto, «se precisan conservas de pescado y carne, aceite, legumbres cocinadas», enumeran. Tanto las conservas de pescado como las de verduras y hortalizas y las legumbres ya cocinadas ofrecen tres grandes ventajas: tienen una prolongada vida útil, son saludables y no requieren cocción. Esto es fundamental para cubrir los casos de pobreza energética y para contribuir a que las personas más vulnerables tengan también una dieta sana y de calidad nutricional.
Otras formas de ayudar con los bancos de alimentos
¿Hay alguna otra manera de ayudar, además de las donaciones? La FESBAL responde que «en este momento de pandemia, lo más importante es realizar donaciones económicas, para que los Bancos de Alimentos puedan comprar aquellos alimentos que más les urgen. No obstante, se puede uno poner en contacto con los Bancos de Alimentos a través de sus páginas web para informarse de algún otro requerimiento que tengan, aunque todo está muy restringido por los protocolos sanitarios».
La campaña de recogida tendrá lugar la próxima semana. ¿Cómo podemos seguir colaborando, más allá de esas fechas? «Además de ‘La Gran Recogida’ que se celebra hasta el 22, las donaciones online van a seguir en las webs durante más tiempo. Y a lo largo del año hay campañas de donación concretas siempre abiertas, además de la web de FESBAL que siempre tiene su página a disposición de los donantes para que realicen sus colaboraciones», indican.