Imagen: Em Baker
En países como Nepal, la brecha entre hombres y mujeres es particularmente grave en el campo de la educación. En el conjunto del país hay un 39% de mujeres adultas alfabetizadas frente al 63% en el caso de los hombres, pero los datos de alfabetización de mujeres son todavía menores en el caso de las zonas rurales del país, como en el caso del municipio de Bhaktapur, a unos 15 km. de la capital del país (Katmandú). En este municipio, sobre una población de 225.000 habitantes, más de 71.000 se declaran analfabetos, según las estadísticas oficiales.
«Gran parte de la población adulta vive en la marginación y el analfabetismo y tiene un gran complejo de inferioridad que les impide relacionarse con otras comunidades», explican los responsables de la organización HTC Nepal, ONG con la que trabaja Global Humanitaria en este país. «Esta falta de comunicación les lleva a tener una baja participación en los procesos de toma de decisiones e incluso en sus propias familias».
Los 164 países participantes en el Foro Mundial sobre la Educación,se comprometieron a suprimir las disparidades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria
Los 164 países participantes en el Foro Mundial sobre la Educación, realizado en Dakar en el año 2000, se comprometieron a suprimir las disparidades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria para el año 2005, aunque las niñas siguen teniendo menos probabilidades que los niños de seguir asistiendo a la escuela. Los informes de seguimiento del Foro Mundial reconocen que esta disparidad se ha reducido durante el periodo 1991-2001, aunque continúa siendo especialmente relevante en los estados árabes, África Subsahariana y Asia meridional.
En Nepal, Global Humanitaria impulsa desde el pasado año proyectos de alfabetización de mujeres con los que pretende incidir directamente en la mejora de su calidad de vida y en la de sus familias, y favorecer la educación que las mujeres brindan a sus hijos. «El analfabetismo de las mujeres repercute directamente en un deficiente desarrollo del estado físico e intelectual de la población infantil, en un alto porcentaje de absentismo escolar por parte de sus hijos, por desmotivación o desconocimiento de los padres, y perpetua el ciclo de discriminación de la mujer en cuanto que ignora sus derechos y cómo ejercerlos», explica Mª José Gascón, directora internacional de Proyectos de Global Humanitaria.
A pesar de que los Objetivos del Milenio conminan a los estados a promover la igualdad de géneros, en el campo de la educación femenina las estadísticas continúan siendo claras. Organizaciones como la UNESCO han estimado que cerca de un 64% de los cerca de 800 millones de adultos sin alfabetizar son mujeres.
El analfabetismo de las mujeres repercute directamente en un deficiente desarrollo del estado físico e intelectual de la población infantil, en un alto porcentaje de absentismo escolar por parte de sus hijos, por desmotivación o desconocimiento de los padres, y perpetua el ciclo de discriminación de la mujer en cuanto que ignora sus derechos y cómo ejercerlos.
En el mes de diciembre se inició el primer curso de alfabetización para mujeres adultas en zonas rurales del país, a 20 km. de Bhaktapur, que termina este mes de mayo. Unas 320 mujeres están participando en él, con la asistencia a clase de lunes a viernes y domingos. Estas mujeres, que proceden de las denominadas ‘castas bajas’ son, junto con otros grupos étnicos, socialmente excluidos y marginados en cuanto al derecho de acceder a la educación, particularmente en comunidades menos desarrolladas, entre las cuales el analfabetismo es prácticamente total.
Los cursos se centran en el aprendizaje de lectura y escritura, matemáticas básicas, salud reproductiva, higiene alimentaria, nutrición y enfermedades comunes, siguiendo las directrices del programa de alfabetización del Gobierno de Nepal. La ONG española ha complementado esta formación con un capítulo de educación legal sobre los derechos de la mujer, los niños y los procedimientos legales básicos y salud reproductiva.
El curso permite, además, que las mujeres conozcan sus derechos en lo que respecta a la existencia de una legislación sobre la edad mínima para el matrimonio, sobre el divorcio y los derechos de propiedad de la mujer. Y se insiste en la importancia de hacer constar en el registro los nacimientos, bodas y funerales para tener acceso a derechos y servicios por parte del Estado.