La infancia es el grupo de la población más afectada por la crisis económica en nuestro país. El informe «Infancia en España 2012-2013», elaborado por UNICEF, refleja que casi 2.200.000 niños viven por debajo del umbral de la pobreza, 205.000 menores más que hace dos años. De este modo, la pobreza infantil, estabilizada durante años en torno al 24% de la población menor de edad, «ha superado el 26%, un porcentaje que está casi cinco puntos por encima de la media nacional en 2011 y que nunca se había alcanzado para esta franja de edad desde que existe la ‘Encuesta de Condiciones de Vida’ (2004)», alerta la agencia de la ONU.
El trabajo de UNICEF España también destaca que el número de hogares con niños con todos sus miembros adultos sin trabajo se ha disparado un 120% entre 2007 y 2010, casi dos veces más que el total de hogares. «Este dato demuestra que el impacto de la crisis es más fuerte en las familias con niños, detectándose casos de un empeoramiento de las condiciones de vida, que puede afectar a la calidad de la alimentación, a la convivencia y a las relaciones entre padres e hijos», explica UNICEF.
También ha aumentado la pobreza crónica en un 53% en los tres últimos años (aquellos que llevan tres de los cuatro últimos años bajo el umbral de la pobreza). Otro dato destacable es que en 2010 el 13,7% de los niños vivía en hogares con un nivel de pobreza alta (familia con dos niños menores de 14 años con ingresos inferiores a 10.983 euros anuales). Esta cifra es la más elevada de todos los países de la Unión Europea de los 15, y solo por debajo de Rumanía y Bulgaria en la Europa de los 27.
UNICEF señala que los países que en situaciones difíciles hicieron un esfuerzo por aplicar medidas con «rostro humano», para proteger los recursos dedicados a las familias y los niños, «tuvieron una salida mejor y más sostenible de la crisis». Por ello, defiende que se debe mirar más allá del corto plazo y analizar detenidamente el posible impacto presente y futuro de las decisiones que se tomen en cada momento.
Además de proteger la inversión en la infancia, UNICEF aboga por una mejora de la calidad, la eficiencia y la coordinación de las políticas destinadas a la infancia. «Los costes de no actuar ahora no solo afectan a los niños y las familias más vulnerables de forma inmediata, sino que comprometen el crecimiento y el bienestar de toda la sociedad a medio y largo plazo», asegura.
Entre las propuestas de Unicef para realizar políticas con «rostro humano» figuran la protección de las inversiones destinadas a la infancia; situar a los niños y sus familias en el núcleo de las decisiones políticas; mejorar la coordinación, la eficacia y la coherencia en la gestión de la salud, la educación, la protección de la infancia y la lucha contra la pobreza, así como elaborar un Plan Nacional contra la Pobreza Infantil.