En España, casi dos millones de niños, un 24,1%, viven en hogares que tienen unos ingresos inferiores al 60% de la mediana nacional (16.684 euros al año en un hogar con dos adultos y dos niños), lo que supone que están en riesgo de de pobreza relativa. Este dato sitúa a nuestro país a la cola de los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE), sólo superada por Rumanía, Bulgaria, Letonia e Italia. Son algunas de las conclusiones extraídas del estudio «Infancia en España 2010-2011», elaborado por UNICEF España.
La directora del estudio, Marta Arias, precisó que «ser un niño pobre en España no significa pasar hambre, pero sí tener más posibilidades de estar malnutrido». Según el informe, la pobreza infantil se concentra sobre todo en hogares con familias numerosas (el 44,4% de estos niños están en riesgo) o monoparentales (38,6% en riesgo) y en situación de desempleo o empleo precario.
Arias señaló que «todos los índices de exclusión y privación social afectan más a quienes tienen hijos, en especial si son pequeños». Si además, son inmigrantes, el porcentaje se duplica. Además, en los hogares con niños en los que ninguno de los adultos activos trabaja, el riesgo de pobreza se eleva a un 62,8%, frente al 9,3% de los hogares en los que todos los adultos activos están en activo. Pero incluso si se tiene en cuenta los hogares donde trabajan los adultos, España es de los países que presenta un nivel más alto de pobreza. Así, en 2008 se situó en el cuarto estado de la UE con mayor tasa de este tipo de pobreza. UNICEF explicó que este hecho está relacionado con la precariedad en el empleo, los bajos sueldos y el empleo a tiempo parcial».
La organización de las Naciones Unidas se mostró también preocupada por «el impacto que la crisis económica pueda tener sobre estos datos». Según recoge el informe, en 2010 se incrementó la tasa de menores de 16 años en riesgo de pobreza, con un 24,5% respecto del 23,3% de 2009.
Planificación de políticas sociales
UNICEF indicó que la reducción de la pobreza infantil es una cuestión tanto de recursos como de diseño y planificación de políticas sociales. En este sentido, dijo que según los datos de 2008, España ocupa, junto con Grecia, el último lugar de la UE en el gasto público en familia e infancia, con un 0,7% del PIB, por debajo de la media de la UE, que se situó en el 2,3%.
La ONG considera que para afrontar este reto, «es preciso que la infancia pase a ser una prioridad en las políticas sociales». Por ello ha propuesto una agenda para la acción que recoge una docena de medidas clave, entre las que se incluye «la necesidad inmediata de doblar la inversión en políticas sociales de infancia y familia para avanzar hacia la media europea», explicó Marta Arias.
También propone la elaboración de un Plan Nacional de Lucha contra la Pobreza Infantil que identifique las necesidades reales para darles respuesta, con objetivos claros y cuantificables y el consenso de «todas las fuerzas sociales y políticas».