Red Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Mayores. El nombre lo dice todo. Se trata de una iniciativa que pretende conquistar a municipios de todo el planeta para que se comprometan a velar por el bienestar de quienes más han vivido. Hasta el momento, la lista se completa con 35 ciudades de 22 países.
Una ciudad amigable con los mayores es aquella que alienta el envejecimiento activo. Se preocupa por mejorar la calidad de vida de los habitantes de más edad y promueve su participación social, autonomía y conductas saludables. Es, en definitiva, un municipio a la medida de las personas mayores. Con sistemas de transporte que contribuyen a su movilidad; una cultura que las reconoce, las respeta y las incluye; servicios de salud accesibles y recursos que las ayudan a valorarse y a luchar contra el aislamiento.
Pero, ¿dónde están estas ciudades? La red se compone actualmente de 35 municipios repartidos entre 22 países. En el nuestro, por ahora, San Sebastián abandera el proyecto. La localidad es pionera en España a la hora de tomar parte en la Red y ya ha anunciado su intención de mejorar la accesibilidad mediante ascensores y rampas mecánicas. Pero además, su participación deberá implicar otras mejoras.
Diseño para la diversidad
Cada localidad ha de adaptarse a sus habitantes. Contar con servicios para todos y, por lo tanto, diseñar para la diversidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS), impulsora del proyecto, considera que en este diseño está la clave para «permitir la operatividad de las personas mayores que, de otro modo, se tornarían dependientes».
Es la clave para «permitir la operatividad de las personas mayores que, de otro modo, se tornarían dependientes»
Hay que prever la existencia de usuarios con diversas capacidades, enfatizar la autonomía por encima de la discapacidad, contar con suficientes asientos e instalaciones de baño, rampas para acceder a edificios, tecnologías de comunicación adaptadas a diversas necesidades perceptivas, intelectuales y culturales. «En resumen, los espacios y las estructuras deben ser accesibles», concluye una guía editada por la OMS.
En cuanto a la actitud de las personas, se espera de todas respeto y consideración en cualquier espacio público y privado, se debe educar a los niños sobre el envejecimiento, presentar a los mayores «de manera realista y no estereotipada», fomentar la solidaridad intergeneracional, facilitar las relaciones sociales y minimizar las barreras económicas, de lenguaje o culturales.
Para asegurarse de cuáles son los requisitos que deben cumplir las ciudades amigables para ser consideradas como tal, existen una serie de listas de control. En ellas, se recogen los aspectos esenciales que deben cumplir los municipios en diferentes ámbitos y se comprueba su aplicación. La lista está basada en los resultados de una consulta realizada en un total de 22 países y constituye “una herramienta para la autoevaluación de una ciudad y un mapa para registrar los avances alcanzados”.
Estos listados recogen los aspectos esenciales que deben cumplir los municipios
Las listas se consultan para comprobar si todavía existen barreras arquitectónicas en la ciudad o se han eliminado, la calidad de los servicios de información que se ofrece a las personas mayores e, incluso, el grado de concordancia entre los puntos de vista de los responsables municipales y las propias listas. En este sentido, se confía a expertos en el ámbito del envejecimiento la validación de los listados.
Estos sirven de guía a los municipios para iniciar el desarrollo de ciudades amigables con los mayores, por lo que se han comenzado a traducir a varios idiomas. Hasta ahora, se pueden encontrar en chino, francés, alemán, japonés, portugués y castellano.