Colegios a favor del comercio justo

Los centros que fomentan este tipo de intercambio obtienen un reconocimiento similar al que se otorga a las ciudades desde 2007
Por Azucena García 15 de septiembre de 2009
Img ninos escuela

El programa europeo Ciudad por el Comercio Justo se ha ampliado a los colegios. Los centros que deseen adherirse a él deben cumplir varios requisitos que fomentan este tipo de intercambio. En nuestro país, el proyecto está coordinado por la organización de comercio justo IDEAS. Cuenta con el respaldo de la Comisión Europea y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Imagen: sécolectivoforzoso

El fin del comercio justo es erradicar la pobreza en los países del Sur. En esta tarea, se implica a los propios beneficiarios y, sobre todo, a los países del Norte. Hace varios años, la Comisión Europea puso en marcha un programa que otorga el reconocimiento de «Ciudad justa» a las localidades que cumplen unos requisitos a favor de este tipo de comercio. El proyecto se ha extendido ahora a los colegios y universidades, que ya cuentan con un diploma específico.

En España, 43 centros de Albacete se han adherido a esta iniciativa. Durante el pasado curso escolar, organizaron actividades de sensibilización y fomento del comercio justo. A ellos se unieron otras ciudades como Madrid, Fuenlabrada o Espejo, en las que se realizaron desayunos escolares con productos específicos. En estos eventos participaron tanto estudiantes como representantes de instituciones públicas, padres y madres.

Las universidades tampoco han perdido la oportunidad de apoyar la propuesta. En Jaén se ha concedido el primero título de Universidad por el Comercio Justo, como reconocimiento a «su compromiso con esta herramienta de erradicación de la pobreza», y las universidades de Córdoba y Málaga fomentan también este modo de intercambio. «Se venden productos de comercio justo en las cafeterías y se ha realizado un seminario sobre el tema», señala Blanca Sánchez, coordinadora del programa desde IDEAS.

Se anima a los alumnos a conocer que los actos cotidianos afectan a los trabajadores de los países en vías de desarrollo

Para el curso 2009-2010, se han diseñado varios proyectos que se trabajarán en la Universidad de Alcalá de Henares y se han previsto actividades de difusión en los colegios. La idea es que los centros conozcan este programa para impulsar la adhesión a él. Desde IDEAS se asesora a los responsables de las escuelas y se facilitan los materiales necesarios para que los alumnos «sean conscientes de cómo los actos cotidianos afectan a los trabajadores de los países en vías de desarrollo. Sensibilizar a los escolares es un paso imprescindible para que sean futuros consumidores responsables», puntualiza Sánchez.

Centros justos

Un colegio, instituto o universidad se compromete con el comercio justo de diversas maneras. Una de ellas consiste en adquirir este tipo de productos, que garantizan los derechos de los trabajadores y son respetuosos con el medio ambiente. «El comedor es un lugar idóneo para contribuir de manera directa», destaca la coordinadora del programa. Los productos de comercio justo más empleados son la pasta, el arroz, los zumos y el cacao. «Algunos colegios de Barcelona ya los utilizan en los comedores. Además, en muchos casos, tienen la certificación de agricultura ecológica», añade.

Otra idea es completar con camisetas de comercio justo y agricultura ecológica tanto los uniformes de los colegios, como los materiales promocionales que se venden en algunas universidades. A cambio de este tipo de iniciativas, cuando se constata que los centros cumplen los requisitos exigidos, reciben un diploma con el estatus de Colegio o Universidad por el Comercio Justo y se inscriben en el registro de la Red Internacional de Ciudades por el Comercio Justo, formada por miembros de más de 18 países de todo el mundo.

Requisitos

Las condiciones para obtener el reconocimiento de colegio a favor del comercio justo suponen la creación de un grupo de trabajo escolar, la adopción de una política favorable a esta actividad y la sensibilización sobre sus fines y objetivos.

  • El grupo de trabajo escolar debe estar formado por profesores y representantes de padres y alumnos. En el caso de las universidades, puesto que cada centro tiene unas características particulares, “es muy positivo que el grupo esté formado por integrantes de asociaciones universitarias y el mayor número posible de actores dentro de la universidad: técnicos, administrativos, áreas de cooperación, responsabilidad social y sindicatos”. El grupo de trabajo establece cuáles serán las acciones que se desarrollarán para que el centro sea reconocido como Colegio o Universidad por el Comercio Justo. “En este aspecto -continúa Blanca Sánchez-, es importante que los alumnos realicen la mayoría de las propuestas, para que sean acciones llevadas a cabo por ellos y para ellos”.
  • La política favorable al comercio justo se concreta en un texto estándar que se adapta a cada centro educativo. En él, se recogen las razones por las que se adhiere a la iniciativa y sus compromisos en el fomento del comercio justo. Si se considera oportuno, el texto es consensuado por las asociaciones de padres y madres (AMPAS), así como por las asociaciones universitarias.
  • La sensibilización se lleva a cabo a través de talleres de trabajo que tanto IDEAS como otras organizaciones especializadas en educación para el desarrollo imparten desde hace años a la comunidad educativa. La temática se adapta a las diferentes edades, de manera que los alumnos más pequeños realizan actividades dinámicas y los universitarios se centran en aspectos teóricos y estadísticos. “También se pueden realizar actividades lúdicas, como concursos, degustaciones o mercadillos solidarios. En definitiva, cualquier idea que traslade un mensaje de solidaridad”, apunta Blanca Sánchez.
Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube