Las personas mayores son desconocidas para una buena parte de la población, sobre todo, para los jóvenes. A menudo, estos olvidan que los mayores de hoy son los jóvenes de ayer y, como ellos, acumulan vivencias y experiencias. Para ponerlas en común, diversas iniciativas reúnen a unos y otros, les animan a dialogar, conocerse y entender el día a día de cada uno. Se apuesta por las escuelas como lugares de encuentro, donde los mayores transmiten su conocimiento y valores a los estudiantes, a la vez que se ensalza el papel de los abuelos para fomentar la relación con la familia y menores de cinco años, con quienes comparten actividades de carácter cognitivo, psicomotoras, físicas, lúdicas y sociales para “incentivar relaciones positivas y no estereotipadas”.
Diferentes generaciones en un mismo espacio. Este es el fin de los programas intergeneracionales, donde jóvenes y mayores se dan cita. Las propuestas son variadas y todas tienen un mismo objetivo: fomentar el diálogo entre personas de distintas edades. No es necesario que tengan un vínculo o parentesco. La clave está en diseñar programas adaptados a todas las personas.
Diálogo entre alumnos y mayores en la escuela
Enmarcado en 2012 como Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional, el proyecto generations@school busca el diálogo entre alumnos y personas mayores, así como la comprensión mutua, los dos conceptos más perseguidos. Se dirige a los colegios para que los estudiantes aprendan qué es envejecer y cómo pueden colaborar para mejorar la vida de todos. Se espera que los centros organicen actividades intergeneracionales, puesto que se premiará a los mejores proyectos de cada país.
Las personas mayores pueden visitar las aulas y participar con los alumnos en actividades con fines pedagógicos
Este programa quiere que el 29 de abril, Día Europeo de la Solidaridad y Cooperación entre Generaciones, «todas las escuelas de Europa abran las puertas de sus aulas a las personas mayores». Los proyectos han de fomentar el diálogo intergeneracional y, para ello, en la página web de la iniciativa es posible descargarse recursos para trabajar en el aula. Los participantes han de fotografiar el transcurso de la actividad organizada y subir las imágenes a la página web del proyecto, junto con un título con información sobre el centro educativo y el proyecto, además de un comentario que explique en qué consiste la actividad.
Entre las propuestas recogidas en los materiales preparados, se anima a que las personas mayores visiten las aulas durante una hora. En este tiempo, se plantea el desarrollo de una actividad con objetivos pedagógicos concretos y un enfoque intergeneracional. De este modo, se busca adquirir competencias sociales y cívicas (solidaridad entre generaciones), competencias de comunicación e información mediante el diálogo entre alumnos y mayores, el desarrollo de una cultura humanista a través del contacto con otras generaciones y la realización de acciones con fines artísticos, estéticos o expresivos.
En relación a las actividades, se anima a enfocarlas desde el abordaje de diferentes conceptos como: hacerse mayor, envejecer, respeto, autonomía, incapacidad, enfermedad, ayuda mutua, solidaridad y línea de vida. La estrategia se asentaría en un trabajo de reflexión en el aula, previa a la visita de los mayores, para realizar luego talleres en los que participen alumnos y personas mayores y donde se formulen preguntas acerca de los conceptos citados. Se proponen preguntas como: ¿qué diferencias hay entre un niño y un adulto?, ¿cuáles son las actividades preferidas de todos?, ¿cómo podemos ayudar a una persona mayor en la calle?, ¿cómo pueden ayudar las personas mayores a los niños?.
Otro programa, desarrollado desde hace varios años en Andalucía y Extremadura, es «Todos aprendemos, todos enseñamos«, de la Confederación Estatal de Mayores Activos (CONFEMAC). Este consiste en el trabajo de personas mayores con adolescentes en riesgo de exclusión en los institutos, a quienes transmiten sus habilidades y conocimientos manuales mediante talleres de cuero, madera o pintura, entre otros. Además, el programa incluye actividades en las que los mayores cuentan a los jóvenes cómo era su vida cuando ellas tenían su edad y talleres de experiencias intergeneracionales que fomentan el diálogo sobre temas variados, con el fin de superar estereotipos.
Transferencia de valores
La última edición de los Premios Generaciones Unidas reconoció las mejores prácticas de trabajo intergeneracional que se realizan en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura. Concedidos por la Fundación Cajasol, en colaboración con el IMSERSO y la Universidad de Granada, se galardonó a un total de ocho programas.
Todos los premiados obtuvieron una subvención de 7.000 euros para la mejora del proyecto. Entre los galardonados figuró el programa «Todos aprendemos, todos enseñamos», además de otras siete iniciativas centradas en asuntos muy distintos, según los organizadores, «desde la promoción del envejecimiento activo, el uso saludable de los juegos, el apoyo a jóvenes con riesgo de fracaso escolar, hasta la atención a personas afectadas de Alzheimer».
En todos los proyectos participan personas de distintas generaciones. Es el caso de «Mayores activos en la escuela», de la Asociación Oferta Cultural de Universitarios Mayores (OFECUM), de Granada, que da a los mayores la oportunidad de ser voluntarios en varios colegios a través de talleres de música, respeto al medio ambiente, tradición oral o bordado tradicional, entre otros.
También resultaron premiados los trabajos: «Nuestros Mayores Activos», impulsado por la Asociación de Universidades Populares de Extremadura (AUPEX); «Ajedrez Saludable«, donde se enseña a jugar a mayores, siempre que no padezcan trastornos de conducta o emocionales ni deterioro cognitivo, y a jóvenes que pertenecen a movimientos asociativos; y «Aprende a jugar», mediante el cual los mayores enseñan a niños juegos tradicionales.
Aprender de los abuelos
Algunos programas cuentan con los abuelos como protagonistas. Es el caso de «Los abuel@s son un punt@», de la Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer La Merced, que atiende a personas en fase inicial de la enfermedad de Alzheimer, cuyos nietos participan con ellos en diversas actividades para evitar su aislamiento. «Un ratito con los abuelitos», de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y Otras Demencias, de Valdepeñas (Ciudad Real), reúne a niños de 4 y 5 años y personas enfermas de Alzheimer en fase moderada, que comparten actividades de carácter cognitivo, psicomotoras, físicas, lúdicas y sociales. El último de los programas premiados fue «Las generaciones de Atarfe«, con actividades compartidas entre mayores y niños de 2 a 3 años, cuyo objetivo es «incentivar relaciones positivas y no estereotipadas».
La Red de Relaciones Intergeneracionales está promovida por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Este es uno de los espacios más preocupados por esta temática, con numerosos documentos relacionados con la investigación y políticas intergeneracionales. En su web es posible encontrar información acerca de los programas citados, así como otras experiencias desarrolladas en España y en otros países.