Casi 13 millones de personas. Un reciente informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN) estima que esta es la cifra de ciudadanos en riesgo de pobreza y/o exclusión en España. Los cálculos de UNICEF en referencia a la tasa de pobreza infantil tampoco son alentadores, al registrar en solo un año un incremento de 2,5 puntos y colocarse en el 26,2%. En este artículo se destaca cómo la situación de pobreza y exclusión social afecta cada vez a más personas, así como el aumento de la tasa de pobreza infantil, y se detalla el impacto de la pobreza en los hogares y cómo ayudar a las personas afectadas.
Pobreza y exclusión social en España
Un 27% de la población, algo más de 12,7 millones de personas, están en riesgo de pobreza y exclusión en España. El segundo informe «Impactos de la crisis«, de la EAPN, que analiza el periodo entre 2009 y 2011, señala que el índice de pobreza y exclusión ha aumentado en nuestro país en 751.071 personas, 1,5 puntos más que en el periodo anterior. El estudio apunta que esto se ha debido a una creciente devaluación de la calidad de vida, registrada desde 2008 y que ha afectado sobre todo a «la clase media y los grupos más pobres de la población».
El índice de pobreza y exclusión ha aumentado en 1,5 puntos desde que comenzó el periodo de crisis
Para medir el porcentaje de población que se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión social, se ha empleado el indicador AROPE, At Risk Of Poverty and/or Exclusión. Es una propuesta de la Unión Europea, que va más allá de la tasa de pobreza, ya que incluye a personas que no son pobres, pero se encuentran en riesgo de exclusión. Para ello, tiene en cuenta elementos de renta, posibilidades de consumo y empleo.
Desde 2008 a 2011, este indicador se ha incrementado en 4,1 puntos, que traducido en personas supone 2.300.063. La crisis ha sido el detonante en la subida de estas tasas, de manera especial entre los hombres y la población joven. Crisis, pobreza y exclusión es un trinomio cada vez más común, que sobre todo ha afectado «a la clase media y los grupos más pobres de la población«, que, según la EAPN, «han sufrido un proceso creciente de devaluación de su calidad de vida».
Pobreza infantil, aumenta la tasa
«La pobreza tiene cara de niño». Así lo revela el informe de UNICEF «La infancia en España 2012-2013. El impacto de la crisis en los niños«. En él se asegura que los pequeños son «el grupo de edad más pobre en comparación con el resto», según todos los indicadores. Afirma que la repercusión de la crisis en los menores es «especialmente preocupante», ya que tras estabilizarse durante años, la tasa de pobreza infantil pasó de un 23,7% a un 26,2% entre 2009 y 2010.
Las cifras de este informe destacan que de 2008 a 2010 hay casi 205.000 niños más en riesgo de pobreza. Además, la pobreza crónica de los menores de 18 años ha aumentado casi seis puntos desde 2007 a 2010 y los niños considerados pobres son más y viven en una situación más precaria debido a que sus familias han reducido los ingresos. La situación de desempleo de los progenitores y el incremento de los impuestos son dos causas del origen de esta situación.
El impacto de la pobreza en los hogares
Las consecuencias de la pobreza de las familias es palpable, sobre todo, en los hogares. El informe de la EAPN apunta que cada vez hay más población con privación material severa (PMS). Esto supone que los hogares donde residen «no pueden permitirse cuatro de nueve ítems de consumo básico definidos a nivel europeo». Estos son:
- Pagar la hipoteca, alquiler o letras.
- Mantener la vivienda a temperatura adecuada en invierno.
- Disfrutar de unas vacaciones de, al menos, una semana al año.
- Permitirse una comida de carne, pollo o pescado, cada dos días.
- Capacidad para afrontar gastos imprevistos.
- Disponer de teléfono.
- Tener televisor en color.
- Contar con lavadora.
- Disponer de coche.
El informe de UNICEF también revela que la realidad en los hogares ha empeorado, en especial, entre las familias con más hijos a su cargo, lo que afecta a la situación de los niños. La reducción de los salarios de los progenitores, junto con la subida de los impuestos y el aumento en el precio de los productos básicos, ha supuesto una precariedad de las familias y un incremento del número de hogares en estado de pobreza.
Esto se traduce en ocasiones en un empeoramiento de la calidad de la alimentación e, incluso, señala el estudio, puede influir en la educación, al no poder hacer frente a determinados gastos educativos, o bien de ocio, que puedan ser importantes para los pequeños.
Cómo ayudar a las personas afectadas
El estudio de la EAPN señala que un 27,3% de la población tiene dificultad o mucha dificultad para llegar a fin de mes, mientras que un 29,5% tiene cierta dificultad. La situación es delicada para muchos y, por ello, se necesita ayuda. Los ciudadanos pueden prestarla con su colaboración. Las donaciones son la vía más efectiva, ya que las organizaciones cuentan con la posibilidad de destinar los fondos a los ámbitos que más lo necesitan. La Guía de ONG de EROSKI CONSUMER reúne un listado con más de 500 organizaciones de todo el país para que los ciudadanos contacten con la entidad que se ajuste a sus intereses.
Quienes dispongan de tiempo libre, pueden prestar su colaboración como voluntarios en las organizaciones que atienden a personas con necesidad de recursos. El voluntariado para combatir la pobreza es una de las claves, ya que supone el apoyo de decenas de personas, con un papel «comprometido y transformador», recuerda la EAPN. Los voluntarios llenan un espacio importante: atienden en comedores sociales, reparten alimentos o prestan apoyo profesional gratuito a quienes lo necesitan pero carecen de recursos para afrontar su coste, entre otras acciones.
El 5 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Voluntariado para destacar su contribución al desarrollo. En el contexto actual de crisis, los voluntarios son más valiosos si cabe, puesto que gracias a ellos se mantienen muchos servicios de atención, a la vez que realizan una tarea esencial de ayuda a los demás. Entre las entidades con las que puede colaborar figuran las dedicadas a atender a personas en situación de pobreza y/o exclusión social, como Cáritas y las entidades miembro de la EAPN, así como las dedicadas a la infancia, como UNICEF.
En cuanto a la donación de materiales, siempre se debe consultar con la organización antes de hacer cualquier entrega. En caso contrario, es posible que no necesite los materiales que se donan y acaben almacenados o que ni siquiera los admita. Consultar antes evita este tipo de situaciones y mejora el aprovechamiento de los materiales, al donar solo lo que la entidad necesita.