Aún ponemos una mirada de esperanza a muchas de las catástrofes naturales y crisis humanitarias vividas el año pasado y que todavía no están cerradas. Sería un sueño poder terminar 2016 poniendo fin a la desnutrición infantil y el hambre en el mundo, la realidad de los refugiados sirios, el virus del Ébola, la invasión de las empresas en territorios indígenas y las indignidades que sufren niños, mujeres, personas con discapacidad y otros grupos en riesgo de exclusión social. En este artículo se recuerdan las catástrofes naturales del pasado año, se abordan algunos de los conflictos abiertos en diferentes partes del mundo y se recuerdan las diferentes causas sociales con las que se puede seguir colaborando con los más vulnerables.
Catástrofes naturales
El terremoto de Nepal provocó la muerte de más de 8.000 personas y más de 15.000 heridos
Nepal tembló por primera vez en abril de 2015 y sufrió un segundo terremoto en mayo. Estas sacudidas provocaron la muerte de más de 8.000 personas y más de 15.000 heridos y generaron muchas necesidades de atención alimentaria y daños materiales cuantiosos. La destrucción y el déficit de recursos han originado una crisis humanitaria que se traduce en 9,5 millones de personas (un cuarto de la población de Nepal) con necesidad de asistencia humanitaria, 2,8 millones de desplazados internos y 1,4 con necesidad de alimento. El segundo seísmo también se sintió en la capital india, Nueva Delhi, y en Daca, la capital de Bangladesh.
Los temblores también azotaron la zona centro-norte de Chile, un país acostumbrado a los terremotos y que esta vez costaron la vida de 10 personas. En Colombia se produjeron continuos sismos pero solo causaron pequeños daños materiales.
Las lluvias torrenciales en los campamentos de Tinduf ocurridas en octubre de 2015 afectaron a unas 5.000 familias saharauis que han perdido sus casas y las reservas de alimentos provenientes de la ayuda humanitaria. Por fortuna, no se registraron heridos en ninguno de los campamentos, pero las consecuencias perjudicaron de forma severa a la vida cotidiana de estas familias, que ya se ha visto debilitada en los últimos años con los recortes en ayudas de cooperación.
El deslizamiento de tierras en Guatemala ocasionó la muerte de al menos 85 personas y la desaparición de más de 350.
Los más vulnerables
La dura realidad social y económica afecta a diferentes personas y ámbitos y genera pobreza y exclusión social entre distintos colectivos.
Entre los más vulnerables se encuentran los niños y niñas, de los cuales 161 millones menores de cinco años padecen desnutrición crónica (que no se puede tratar) y 17 millones sufren desnutrición aguda grave. En nuestro país un 30% de los pequeños está en riesgo de exclusión, lo que supone que no tienen acceso a una alimentación adecuada. Las consecuencias afectan a varios aspectos de su vida, entre ellos, la educación.
Las personas con discapacidad son otro de los colectivos más vulnerables que se enfrentan a cotas mayores de desempleo
Las personas con discapacidad son otro de los colectivos más vulnerables que hacen frente a cotas mayores de desempleo, salarios inferiores y menor acceso a los servicios de salud y educación. Cuando además son mujeres con discapacidad, se enfrentan a una doble discriminación y circunstancias que agravan su situación y quiebran sus derechos humanos. Tienen, entre otros, un mayor riesgo de padecer situaciones de violencia y otro tipo de abusos. La dignidad de quienes sufren algún problema de salud mental (casi el 3% de la población adulta en España) es una de las causas por las que seguir luchando en este año que comienza.
Las personas mayores de 65 años también son grandes olvidados que se enfrentan en soledad a enfermedades físicas y psicológicas. En nuestro país el 22,6% de los mayores de 65 años viven solos, es decir, 1.805.600 personas.
Guerras abiertas
Los conflictos en muchas regiones del mundo siguen abiertos, las guerras actuales matan y desplazan a más personas y son más difíciles de terminar que en el pasado.
La guerra en Siria ha provocado más de 11 millones de desplazados y más de 4 millones de refugiados
La guerra en Siria ha provocado más de 11 millones de desplazados, más de 4 millones de refugiados y 12,2 millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria. En el año 2015 hemos presenciado una crisis migratoria en el Mediterráneo que ha costado la vida a más de 3.000 personas en las islas del Egeo. Se estima que entre 2000 y 2013 más de 23.000 personas han muerto en su camino hacia un futuro mejor.
Los conflictos en Ucrania han empeorado las relaciones entre Rusia y el resto de Occidente, desde que el Gobierno de Vladímir Putin decidió apoyar al sector separatista ucraniano. El país se ve azotado por una guerra civil que comenzó en abril de 2014.
En República Centroafricana siguen cometiéndose violaciones graves de derechos humanos. Las organizaciones no gubernamentales han documentado en fechas recientes más de 100 homicidios, así como la destrucción de infraestructuras vitales y 20 casos de agresión sexual cometidos en el curso de los actos de violencia sectaria que sacuden la capital, Bangui, desde finales de septiembre.
En Yemen, al menos 27 ONG han sido asaltadas y cerradas desde que el grupo armado huzi tomó el control de la capital, Saná. Los activistas de derechos humanos informan de estar sometidos a la creciente vigilancia del grupo e incluso de haber recibido amenazas de muerte contra miembros de sus familias.