A las ONG de nuestro país no les resulta fácil resistir los embates de la crisis económica. Se enfrentan a una de las peores tormentas, que hasta el momento ha afectado a decenas de entidades, obligadas a echar el cierre o fusionarse para resistir su virulencia. Un informe reciente de la Fundación Lealtad explica que las consecuencias de la crisis no solo dependen del tamaño de las organizaciones –las medianas y grandes son más vulnerables-, sino del modo de financiación. El secreto está en contar con una vía de ingresos diversificada. En el siguiente artículo se recogen las conclusiones del citado documento, los efectos de la crisis en las ONG y la fusión de distintas entidades.
Las ONG medianas y grandes, las más vulnerables
La Fundación Lealtad publicó a finales del año pasado el informe «Las ONG españolas ante la crisis (2007-2013): Análisis de la evolución de las ONG de la Guía de la Transparencia». En él se agrupan «datos auditados y contrastados de asociaciones y fundaciones que desarrollan proyectos de atención a colectivos desfavorecidos en España, cooperación al desarrollo y acción humanitaria, y medio ambiente», detalla. A partir de estso datos, que la propia Fundación Lealtad audita cada año entre una media de 180 ONG, se ha elaborado el documento en el que se recogen los efectos de la actual situación económica en estas entidades.
El aumento de socios privados contrasta con la caída anual del 10% de los fondos públicos y debilita a quienes dependen de estas ayudas
La investigación esclarece cuáles han sido los organismos más vulnerables y concluye que las ONG medianas y grandes han experimentado un mayor debilitamiento debido a la caída anual del 10% de los fondos públicos. Los vaivenes de la crisis económica han pulverizado algunas de las subvenciones más importantes de estas entidades. Son decenas las organizaciones que están pendientes de recibir las partidas acordadas en el presupuesto anterior y otras tantas las que se han quedado sin ella en la contabilidad del presente año.
En este abanico, los extremos son, por tanto, quienes se llevan la mejor parte: «Las ONG mejor posicionadas frente a la crisis son las entidades pequeñas y muy grandes con una financiación diversificada y que han destinado más recursos en el pasado a la captación de fondos privados», insiste el informe. El recorte de los fondos públicos ha contrastado con la fidelidad de los socios, que incluso han crecido. «El 75% de las ONG analizadas cuenta con más voluntarios que en 2007 y se ha producido un aumento del número de socios, aunque concentrado en pocas organizaciones», precisa Patricia de Roda, directora general de la Fundación Lealtad.
Efectos de la crisis en las ONG
La disminución del presupuesto afecta de manera directa al trabajo de las organizaciones y los servicios que prestan, incrementados por el aumento del volumen de ayuda demandada. La crisis ha propiciado que cada vez más personas acudan a las entidades sociales en busca de recursos que no obtienen por otras vías. Cruz Roja Española anunció el año pasado que el número de personas atendidas por esta organización se triplicó respecto a años anteriores y las previsiones para este año mantienen un volumen importante de ciudadanos que solicitarán la ayuda de las ONG.
«A diferencia de otros sectores, la disminución de los fondos públicos se produce en un momento de mayor actividad de las ONG, cuando tres de cada cuatro organizaciones que desarrollan sus proyectos en España han visto aumentar el número de personas que solicitan su ayuda como consecuencia de la crisis económica», reflexiona Salvador García-Atance, presidente de la Fundación Lealtad.
Fusión de organizaciones
En los últimos años, diversas entidades se han fusionado con el objetivo de unir esfuerzos y experiencia. En buena parte, ha sido una estrategia propiciada por el actual contexto, pero ha facilitado que las organizaciones aumenten sus recursos y sean capaces de mantener sus proyectos e, incluso, hayan iniciado otros nuevos, enriquecidos por el bagaje de cada una de ellas.
Alianza por la Solidaridad. Esta organización es la suma de Solidaridad Internacional, Ipade y Habitáfrica. Juntas trabajan por el desarrollo humano y económico, promueven la participación ciudadana, la democracia y la defensa de derechos de las personas migrantes, los derechos de las mujeres de todo el mundo y el desarrollo rural y urbano sostenible.
Educo. Esta entidad surge de la unión de Intervida y Educación Sin Fronteras. Se define como «una ONG global de cooperación para el desarrollo», cuya prioridad es la infancia y la defensa de sus derechos, «en especial el derecho a recibir una educación de calidad».
Vives Proyecto. Es la apuesta de la Fundación Luis Vives y Acción contra el Hambre que, tras su fusión, quedan bajo el paraguas de la ONG del mismo nombre, Acción contra el Hambre. Vives Proyecto aúna la experiencia de ambas entidades y, tal como explica el director del área de Acción Social en España de Acción contra el Hambre, Luis González, a raíz de la unión, se aprovechan metodologías aplicadas hasta ahora en países de renta media, «adaptadas por completo a nuestro contexto, tanto a nivel legislativo, como a nivel económico-social».
El informe de la Fundación Lealtad revela una serie de cifras que dan idea de la magnitud del problema. Pero además, aporta soluciones: “las ONG deben dedicar más esfuerzos a diversificar su financiación y aumentar sus ingresos privados como medida ante la crisis”, aconseja. Destacan los siguientes datos:
- Las ONG mejor posicionadas son las entidades pequeñas, que manejan menos de un millón de euros de presupuesto, y las muy grandes, que gestionan más de 25 millones de euros.
- Las ONG más vulnerables son las medianas y grandes, con presupuestos entre uno y 25 millones de euros.
- Cuatro de cada diez ONG analizadas sufre tensiones de liquidez.
- Una de cada dos ONG tiene un ratio de endeudamiento elevado.
- El 41% ha realizado ajustes en sus plantillas y ha tenido que reducir empleados remunerados.
- El crecimiento de socios se concentra en pocas ONG muy grandes, que ya contaban con una base social amplia.
- Las entidades que desarrollan sus programas en España “tienen una situación financiera más delicada, al depender en mayor medida de la financiación autonómica y local”.