El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo se celebra desde 2007, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 2 de abril como fecha para tomar conciencia sobre la realidad de las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) y promover sus derechos y condiciones de igualdad. Y es que la estigmatización y la discriminación asociada a esta enfermedad sigue siendo un obstáculo para su diagnóstico precoz, tratamiento y para la inserción social y laboral de quien sufre este trastorno que, según Autism Europe, afecta en España a más de 450.000 personas. Este artículo señala qué es el autismo y cómo las personas que lo padecen se ven discriminados en el ámbito social y laboral.
Qué es el Trastorno del Espectro del Autismo (TEA)
Según Autism Europe, el Trastorno del Espectro del Autismo es una realidad que afecta a uno de cada 100 niños y niñas que nacen en nuestro país, por lo que se estima que en España hay más de 450.000 personas que sufren este trastorno.
En España hay más de 450.000 personas que sufren el Trastorno del Espectro del Autismo
El autismo es una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de vida. Deriva de un trastorno neurológico que afecta al funcionamiento del cerebro y se caracteriza por deficiencias en la interacción social, problemas en la comunicación verbal y no verbal y patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos y repetitivos. Al mismo tiempo, las personas con autismo tienen un enorme potencial. La mayoría tiene extraordinarias habilidades visuales, artísticas o académicas.
Gracias al uso de tecnologías de apoyo, las personas con autismo no verbal pueden comunicarse y compartir sus capacidades no aparentes. Reconocer el talento de las personas en el espectro autista, más que centrarse en sus debilidades, es esencial para crear una sociedad que sea verdaderamente inclusiva.
Conocer más sobre el autismo es posible a través del libro ‘El autismo desde dentro: una guía’ y del documental ‘El laberinto autista’.
Empleo y autismo
Se calcula que más del 80% de los adultos con TEA está en paro. Sin embargo, las investigaciones apuntan a que los empleadores no están teniendo en cuenta todas las capacidades de estas personas, como su razonamiento lógico y competencia en el patrón de reconocimiento, así como una mayor atención al detalle, entre otras.
Más del 80% de los adultos con TEA está en situación de desempleo
Hoy en día no se dan las mismas oportunidades laborales a todas las personas y, en el caso de quienes sufren autismo, la discriminación en el empleo se incrementa. No existe el apoyo suficiente para su inserción laboral ni la formación profesional adecuada. Y quienes tienen trabajo también se encuentran con una serie de dificultades debidas a la incomprensión del entorno laboral.
Según el «Informe Olivenza 2014, sobre la discapacidad en España» publicado por el Observatorio estatal de la Discapacidad, la desventaja de la población con discapacidad se cuantifica en casi un 33% respecto a la ciudadanía general, en lo que se refiere al empleo y niveles de pobreza. Además, en el caso de la población en situación laboral activa, la diferencia salarial es cercana a los 2.500 euros anuales entre personas con y sin discapacidad, con diferencias muy acusadas en función del sexo y la edad.
La Confederación Autismo España celebrará el próximo día 2 de abril bajo el lema “Inclusión, tolerancia y respeto”, los valores que se estiman esenciales para atraer la atención de la sociedad y crear conciencia sobre las personas con Trastorno del Espectro del Autimo (TEA), así como impulsar el acceso, la participación ciudadana y la inclusión social real de las personas con TEA bajo un contexto de igualdad de oportunidades.
Esta organización representa a 75 entidades y lleva más de 20 años trabajando por mejorar la calidad de vida de las personas con TEA y sus familias. Para esta entidad, se hace necesario proporcionar contextos adaptados y disponer de apoyos flexibles y diversos, que respondan a las necesidades individuales de las personas con TEA a lo largo de su ciclo vital, en todas las dimensiones que repercuten en su calidad de vida (personal, educativa, laboral, social, sanitaria, etc.).