El Festival Internacional de Cine del Sáhara (Fisahara) terminó ayer en el campo de refugiados de Dajla con el compromiso del cine español de crear de inmediato una plataforma de apoyo al Sahara Occidental y realizar un largometraje con la participación de los desplazados.
El encargado de leer parte del manifiesto de clausura de los cineastas fue el actor Javier Bardem, quien recordó que «desde hace ya 33 años viven en este desierto más de 200.000 personas que fueron españoles» y consideró «urgente que la ciudadanía de España ayude a devolver la libertad al pueblo saharaui».
El ganador este año de un Oscar recordó que el de Dajla es uno de los campos de refugiados donde se vive un mayor drama humano y la situación empeora año tras año. Bardem alertó de que el bloqueo del proceso de paz afecta especialmente a los más débiles: niños, mujeres y ancianos.
Todos los representantes del cine español presentes en Fisahara se comprometieron a dar su apoyo a la creación de una plataforma de cineastas de apoyo al Sahara Occidental, que incluirá también a actores y cineastas de países latinoamericanos como Venezuela, México o Cuba.
Los españoles grabaron además en Dajla un vídeo de apoyo a la causa saharaui, protagonizado por Javier Bardem, que presentarán próximamente en Madrid y que intentarán difundir en forma de espacio publicitario pagado en las cadenas de televisión.
En cuanto al palmarés del festival, «En un mundo libre», de Ken Loach, obtuvo el Camello de Oro. El Camello de Plata fue para el documental «El Sáhara no se vende», de Joaquín Calderón y Luis Arellano, y el de Bronce para el filme danés «El futuro del ayer», de Katrin Pors.