El Premio Nobel de la Paz y creador de los microcréditos Mohamed Yunus planteó ayer en Halifax (Canadá) una serie de nuevos retos para combatir la pobreza mundial y dejó claro que por encima de todo «nadie debería quedarse fuera» del sistema financiero.
«Nuestra misión central es crear un mundo en el que no haya pobreza. Sólo queremos ver pobreza en los museos. Vamos a ver quienes quieren ser los candidatos en esta competición, quién será el primer país del mundo que relegará la pobreza a los museos y dirá al mundo que se puede hacer», dijo Yunus en la apertura de la Cumbre Global del Microcrédito.
El bangladeshí dijo que en 1997, cuando se anunció el objetivo de permitir el acceso de instrumentos financieros a las familias más pobres del planeta, «no se nos tomó en serio, se nos ridiculizó». «Hoy en día es difícil encontrar un país en el mundo que no tenga microcréditos. Se han extendido por todo el mundo. Ya no somos sólo un pie de foto en el sistema financiero mundial. Somos parte fundamental y esperamos ser el centro del sistema», añadió Yunus.
En los pasados nueve años, 100 millones de familias -lo que representa unos 500 millones de personas- han podido solicitar microcréditos, que han permitido a muchas de ellas iniciar una incipiente prosperidad económica.
Es el caso de Marie-Claire, una mujer de Setwara (Ruanda) que tras la muerte de su marido solicitó un microcrédito de 40 dólares para abrir un restaurante con el que mantener a sus cuatro hijos.
Ante el éxito del restaurante, a principios de 2005 Marie-Claire, que es seropositiva, entró en un nuevo programa piloto de la Fundación Gramee de Yunus, llamado Village Phone.
El programa le vendió a crédito un teléfono móvil que alquila a los clientes de su restaurante. En sólo cinco meses, Marie-Claire pagó el préstamo y ahora sólo con el teléfono tiene unas ganancias de unos 12 dólares a la semana, en un país en el que los ingresos anuales medios son de 230 dólares al año.
Fondo libre
Por otro lado, el BBVA y la fundación sin ánimo de lucro Codespa tienen previsto lanzar en breve el primer fondo libre («hedge found») de inversión del mercado español para financiar microcréditos en América Latina.
El grupo bancario invertirá 20 millones de euros en el fondo, y destaca su satisfacción por esta apuesta solidaria. «El banco profundiza con ello en su compromiso con el desarrollo de los países en los que está presente al fomentar la expansión de la industria microfinanciera», declaró Daniel de Fernando, director de BBVA gestión de activos y banca privada.
Este nuevo fondo, denominado en euros, invertirá en instrumentos de deuda de las entidades microfinancieras situadas en América Latina facilitándoles recursos en moneda local, reduciendo con ello el riesgo de cambio.
Se calcula que en el mundo existen 500 millones de microempresas promovidas por familias que no disponen de nóminas ni patrimonio. Unas 10.000 entidades microfinancieras apenas alcanzan para cubrir el 5% de sus demandas. Y eso a pesar de que el préstamo medio concedido es de 500 dólares al año.