El mundo necesitará producir un 60% más de alimentos en 2050 para cubrir las necesidades básicas de 9.000 millones de personas. Para poder hacer frente a este reto, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reclama ayudas públicas de los gobiernos a los pequeños agricultores, puesto que se considera que este colectivo es el que aportará una gran parte de los alimentos adicionales.
«Los pequeños campesinos no pueden seguir siendo considerados como parte del problema del hambre. Son una parte importante de la solución y son cruciales para promover la agricultura sostenible y la gestión de nuestros recursos naturales», aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, en la apertura de la sesión del Comité de Problemas de Productos Básicos (CCP) de la FAO.
Según señala el informe discutido por el Comité, «es imperativo una mejor comprensión en la identificación de políticas de intervención del sector público para aumentar la participación de los pequeños campesinos en los mercados». El documento también indica algunas medidas que se podrían impulsar, como la subvención de semillas y fertilizantes, la concesión de créditos a los campesinos de zonas remotas, y la promoción de alianzas entre el sector público y el privado para crear una infraestructura que beneficie al pequeño agricultor.
La FAO recordó que puede ayudar a los países miembros a determinar las mejores políticas disponibles mediante la mejora de la comprensión de la participación en el mercado de sus pequeños agricultores, la sensibilización de las partes interesadas sobre las distintas opciones que se presentan ante ellos y la creación de su capacidad para identificar, formular e implementar las intervenciones más apropiadas.