El ordenador portátil de 100 euros ya tiene nombre: 2B1. Se trata de un proyecto de la organización sin ánimo de lucro One Laptop Per Child («Un portátil para cada niño»), cuyo objetivo es llevar la informática a los lugares más desfavorecidos.
El 2B1 funciona como ordenador y como «router» inalámbrico, lo que facilitará la conexión a Internet. Incluye además una pantalla TFT de 7,5 pulgadas con una resolución de 1.200 x 900 píxeles que consume muy poca energía.
Otra de sus características, la más destacada, es que el 2B1se puede recargar por medio de una manivela, por lo que no es necesario enchufarlo a la corriente eléctrica. Esta novedad permitirá llevarlo a aquellas zonas que carezcan de electricidad.
Para garantizar un rápido y buen funcionamiento, el portátil funcionará con el software Linux «Fedora», con una interfaz especialmente diseñada para tareas educativas. Contará además con 128 megas de RAM y 512 de memoria flash, procesador AMD Geode a 400 megahercios, tres puertos USB, ranura para tarjetas SD, una clavija «jack», y cámara y altavoces integrados.
Abismo digital
Nicholas Negroponte, fundador de One Laptop Per Child, aspira a colocar algún día un ordenador en cada hogar del Tercer Mundo. A su juicio, «el ordenador es la única forma de dar a los estudiantes acceso real a las habilidades necesarias para el siglo XXI».
La inspiración para este proyecto le vino a Negroponte en 1999 durante una visita a Camboya, al comprobar sobre el terreno el decisivo efecto que había tenido en niños sin recursos el acceso a ordenadores donados por él y su esposa. Inmediatamente, empezó a hacer cálculos sobre la posibilidad de crear un portátil de bajo coste, con el aliciente de saber que la mitad del precio de un ordenador convencional está asociado a gastos de publicidad y márketing.
El ordenador diseñado por Negroponte podría ayudar a reducir el abismo digital entre ricos y pobres. Este año se prevé producir 15 millones de unidades, con la posibilidad de llegar a 150 millones anuales en 2007, lo que permitirá abaratar precios. La distribución empezará por países como Brasil, China, Egipto, Tailandia y Sudáfrica.