Las miles de ONGs que en estos momentos trabajan en todos los lugares del planeta pueden seguir desarrollando proyectos y ayudando a pueblos enteros gracias a la labor de los voluntarios, de personas anónimas que juegan un papel determinante como agentes sociales de transformación, porque su acción siempre busca una transformación. Ahora bien, un voluntario no se hace de la noche a la mañana, requiere de una preparación específica, de una formación asumida en la mayoría de las ocasiones por las propias organizaciones.
El voluntariado social es el recurso más importante para afrontar necesidades vinculadas con carencias afectivas y falta de integración social. «Lo consideramos positivo cuando los voluntarios sociales se incorporan a los servicios sociales aportando valores de solidaridad, de respeto por la libertad, de aceptación del otro, de capacidad de comunicación y relación humana, así como de disponibilidad para incorporar e integrar a otras personas en el ámbito de lo comunitario», explican desde la Plataformas de Promoción del Voluntariado en España.
Su evolución
En los últimos años se han producido cambios en los modelos del voluntariado. De un marco ideológico vinculado a la caridad y a la filantropía, desde donde se definían sus prácticas, se ha pasado a una concepción de la solidaridad entendida como práctica cotidiana de la ciudadanía, en la que la población destinataria deja de ser concebida como dependiente y tutelada. Existe, por tanto, una transformación del voluntariado de una figura caritativa hacia un instrumento constructor de la ciudadanía.
En España existen muchas plataformas y organizaciones que promocionan al voluntariado y que pretenden difundir los valores que identifican a este grupo de personas que trabajan ayudando a los demás, esto es, la libertad, la unidad, la solidaridad y la generosidad. También buscan divulgar los campos de acción en los que se lleva a cabo la labor del voluntariado, como la ayuda a domicilio, la cooperación internacional, los inmigrantes y refugiados, el socorro y emergencias, etc.; y además intentan servir de vía de relación con y entre las ONGs.
Los motivos que movilizan la acción del voluntario tienen dos componentes fundamentales:
- El personal, que se da en la donación de tiempo y esfuerzo como respuesta a una inquietud interior que es llevada a la práctica.
- El social, expresado en la toma de conciencia al enfrentarse a los problemas de la realidad, que lo lleva a la lucha por un ideal o al compromiso con una causa. La donación no es sólo dar, sino ser y compartir lo que se es.
Así, para motivar, captar y estimular la permanencia en la acción voluntaria, es necesario:
La doctora Gabriela Agosto, co-fundadora de la ONG Julag, explica cuáles son los primeros pasos que deben seguir asociaciones y plataformas para trabajar con un equipo de voluntarios serio y efectivo.
- Antes de captar, se debe saber para qué se esta captando voluntarios y qué tipo de personas se quiere atraer.
- Decir qué es lo que se quiere hacer de un modo específico y detallado.
- Por qué es importante que ese trabajo lo realice un voluntario y no una persona remunerada.
- La acción voluntaria debe ofrecerle algo al voluntario, oportunidad para aprender nuevos conocimientos, interacción social, deseos de participación, etc.
- Los voluntarios quieren sentirse comprometidos, no utilizados.
- Necesidad de tiempo y dedicación de los profesionales.
- Enseñarles, supervisarles y evaluarles.
- Motivarles y darles el reconocimiento que necesitan.
- Escucharles.
- Comprensión, interacción social, supervisión y reconocimiento.
- Los voluntarios donan su tiempo, necesitan también del tiempo de la organización.
- El coordinador de voluntarios debe dedicar tiempo enseñando a los profesionales a darse cuenta y a reconocer las necesidades de los voluntarios.
- Repasar con el profesional de la organización la necesidad de trabajar con voluntarios y concretar el trabajo que deberán realizar.
- Los profesionales deben participar en la elaboración de los programas de voluntariado para adquirir mayor compromiso y discutir sobre ellos sugiriendo y proponiendo.
- Debatir los problemas que puedan surgir y que puedan opinar sobre aquellos aspectos que no funcionen.
- Estudiantes que buscan realizar prácticas, mujeres, amas de casa, gente que tiene un compromiso con su comunidad, jubilados y desempleados.
- Personas que quieren ser útiles, gente que busca contactos sociales, personas en transición de una fase de la vida a otra.
- Un reto es comprometer a personas que tienen trabajo.
- Profesionales que quieren trabajar como voluntarios en su profesión.
- Personas recuperándose de una enfermedad o adicción.
- Personas entusiastas por una causa.
- Beneficiarios que quieren retribuir de alguna manera lo ellos recibieron.
Una de las partes más difíciles del trabajo como coordinador de voluntarios es su distribución en las tareas para las que son aptos. A continuación se exponen una serie de consejos para desarrollar este punto de la manera más eficaz, según Agosto:
- La dificultad de captar voluntarios puede llevar a olvidarnos que son necesarias las habilidades y motivaciones adecuadas.
- Preparar entrevistas que propicien la autoeliminación. Es importante que en la decisión final participen otros voluntarios del programa y profesionales.
- La formación es un derecho de los voluntarios.
- Debe incluir información sobre la organización. Tipos de beneficiarios, estructura, etc.
- Formación en el trabajo específico.
- Supervisión y acompañamiento.
- Formación continua.
- Información y formación apropiada para el trabajo, y práctica para que lo pueda realizar bien.
- El primer día es importante realizar un recorrido con el nuevo voluntario por las instalaciones y presentarle a los profesionales que están en ese momento.
- Dar instrucciones completas.
- Asegurarse de que las expectativas estén claras.
- Mostrar estima y afrontar las conductas poco adecuadas.