El número de personas adultas que no saben leer ni escribir en el mundo asciende a 793 millones, en su mayoría, mujeres. Además, otros 67 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria no lo hacen y 72 millones de adolescentes en edad de cursar el primer ciclo de la enseñanza secundaria tampoco gozan de su derecho a la educación. Son datos del Instituto de Estadística de la UNESCO publicados con motivo de la celebración este 8 de septiembre del Día Internacional de la Alfabetización, que este este año presta especial atención a la relación entre la alfabetización y la paz.
Los datos de la UNESCO reflejan que más del 50% de adultos analfabetos se reparten entre once países: Benin, Burkina Faso, Chad, Etiopía, Gambia, Guinea, Haití, Mali, Níger, Senegal y Sierra Leona. Por regiones, el sur y el oeste de Asia albergan más de la mitad de la población analfabeta mundial (51,8%), en tanto que en el África Subsahariana viven el 21,4% de los adultos analfabetos, en Asia Oriental y el Pacífico el 12,8%, en los Estados Árabes el 7,6% y en América Latina y el Caribe el 4,6%. América del Norte, Europa y Asia Central suman por su parte el 2% de los adultos analfabetos.
«El mundo necesita urgentemente un compromiso político más firme con la alfabetización, respaldado por los recursos adecuados para ampliar los programas eficaces», declaró la directora general de la UNESCO, Irina Bokova. Por ello, la agencia de la ONU pide a los gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y el sector privado que hagan de la alfabetización «una prioridad política, para que todas las personas puedan desarrollar su potencial y participar de forma activa en la conformación de sociedades más sostenibles, justas y pacíficas».
Manos Unidas señala que los avances en materia de alfabetización han reducido las tasas de analfabetismo, la alfabetización para todos «es todavía una meta lejana que no se debe aplazar, y para alcanzarla hay que perseverar». La ONG defiende que alfabetizar «no solo es un objetivo dentro del proceso de educación para todos, sino una herramienta para luchar contra la pobreza que sienta las bases para un desarrollo económico sostenido. También garantiza la inclusión y movilización social, la erradicación del trabajo infantil y la explotación de menores».
La organización humanitaria lucha contra el subdesarrollo y sus causas desde hace más de 50 años. Solo en 2011 ha apoyado ya 128 proyectos de educación en el mundo, por un importe de 5.905.729,44 euros. Además, el equipo técnico del Área de Educación para el Desarrollo de Manos Unidas elabora materiales educativos de creación propia desde el año 1981, que desde 1991 se lanzan con periodicidad anual, en coincidencia con el arranque de cada curso escolar.
Menores sin escolarizar
En el Día Internacional de la Alfabetización, Educación Sin Fronteras pone el acento en la enseñanza primaria universal y recuerda que aunque en el último decenio se han logrado avances notables en la escolarización -la cifra de menores sin escolarizar se redujo de 106 a 69 millones del año 2000 al 2008-, «el ritmo de estos progresos se ha desacelerado de manera alarmante en los últimos años», según los últimos informes de Seguimiento de la Educación para Todos (EPT).
Según esta organización, «los lentos progresos de la alfabetización se deben en gran medida a la falta de voluntad política, aun cuando se sabe que la alfabetización abre las puertas al desarrollo, mejora la salud y aumenta las oportunidades de desarrollo personal». Además, la crisis financiera mundial ha disminuido los presupuestos nacionales, lo que ha afectado a la financiación de los planes de educación. Educación Sin Fronteras señala que «es preciso que los gobiernos nacionales y los donantes redoblen sus esfuerzos. Para ello es necesario que los gobiernos de los países de la OCDE cumplan con el 0,7% de su PIB para Ayuda Oficial al Desarrollo, y que los gobiernos de los países en desarrollo se comprometan a destinar un 20% de su presupuesto a educación».
Por su parte, Misiones salesianas destaca que todavía hay más de 100 millones de niños en todo el mundo no van al colegio. «Si seguimos a este ritmo, el África Subsahariana no cumplirá el objetivo de enseñanza primaria universal hasta el siglo XXII», añaden.