Los niños afganos de los campos de refugiados creados tras el estallido de la guerra en Afganistán han recibido cajas de zapatos llenas de regalos, con juguetes, lápices y dulces, enviados por los escolares de los países desarrollados, principalmente de Reino Unido y Estados Unidos, gracias a la campaña «Operación Niños en Navidad».
El fundador de esta iniciativa, Dave Cook, ayudó a distribuir las cajas de zapatos en dos campos de refugiados en la frontera afgana. «Había casi 10.000 tiendas en el campo, la situación sanitaria es muy precaria, la comida y el agua escasea, y el 70% de los refugiados son niños menores de 14 años», explicó Cook, añadiendo que los niños «estaban encantados» con los regalos.
En total se distribuyeron 20.000 cajas, además de 2.400 paquetes con ayuda humanitaria, en los que se incluía una tienda, una radio, material de higiene y contenedores de plástico. «La respuesta fue muy favorable. Nunca había visto gente tan agradecida. No puedes evitar reflexionar sobre la suerte de la vida, viendo a estos niños y pensando ‘podría ser yo'», afirmó Cook.
Esta campaña viene realizándose desde 1990, cuando se produjo la caída del presidente Ceaucescu en Rumania. Ese año las cajas fueron enviadas también a Irán, Sudamérica, los países africanos, Europa del este y las antiguas repúblicas soviéticas.
En muchos casos, estas cajas de zapatos se dirigen a orfanatos y a las escuelas de niños con discapacidades o a familias pobres. El año pasado se enviaron 727.606 cajas desde Reino Unido e Irlanda. Este año se espera la distribución de casi un millón, ya que la participación de las escuelas se ha incrementado considerablemente.