Un informe reciente elaborado por las ONG Médicos del Mundo y medicusmundi corrobora que España encabeza el listado de los países menos solidarios y que incumple los compromisos adquiridos en cuanto a la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). Con una inversión del 0,13% de la renta nacional en 2015 solo figuran por detrás de nuestro país República Checa (0,12%), Eslovaquia (0,10%) y Polonia (0,10%). Este artículo muestra cifras sobre la reducción de la ayuda al desarrollo por parte de España, en contraposición al aumento de la colaboración de las comunidades autónomas y el altruismo ciudadano.
España reduce la ayuda al desarrollo
Como aparece en el informe ‘La salud en la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria‘, nuestro país es de los que optó por dar la espalda a la ayuda al desarrollo y recortar su ayuda de emergencias cerca del 20%. Y eso en un contexto como el de la crisis de Siria y la urgente necesidad de atención a las personas refugiadas que, según Naciones Unidas (ONU), es la peor a la que se ha enfrentado el mundo en los últimos 25 años. En la actualidad, la acción humanitaria solo representa el 4% de la cooperación española.
España, que ha recortado la ayuda humanitaria un 16,6%, es el cuarto país menos solidario de Europa
El Gobierno ha decidido dedicar solo el 0,12% de la Renta Nacional Bruta a apoyar a los países más empobrecidos y ha recortado la ayuda humanitaria destinada a atender a víctimas de catástrofes o conflictos un 16,6%. Estas cifras convierten a España en el país menos solidario de los que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), solo por detrás de República Checa, Eslovaquia y Polonia. Por contra, entre los países que más incrementaron los fondos de ayuda al desarrollo fueron Grecia (38,7%), Suecia (36,8%) y Alemania (25,9%).
La ONU tiene como objetivo mínimo, desde hace años, el 0,7% de la renta en este tipo de ayuda. Aunque España y otros países considerados «ricos» se comprometieron a llegar a esta cantidad en 2015 con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, solo seis lo han cumplido (Suecia, Noruega, Luxemburgo, Dinamarca, Holanda y Reino Unido).
La mejora de los datos macroeconómicos de la economía española debería revertir radicalmente esta tendencia, algo que, sin embargo, no está ocurriendo, con la consiguiente pérdida de peso de nuestro país en la comunidad internacional. Así, se siguen incumpliendo de manera sistemática los compromisos adquiridos públicamente en foros internacionales.
Ciudadanía y comunidades autónomas más solidarias
No sucede lo mismo en cuanto a la solidaridad ciudadana, pues sigue creciendo y, en el último año, las colaboraciones económicas han pasado del 20% al 32%. Cada vez son más las personas que deciden apoyar donando dinero o haciendo un voluntariado. Los españoles son altruistas: alrededor del 15% de la población es donante habitual y dedica 133 euros al año a proyectos de lucha contra el hambre y la pobreza infantil.
Las comunidades autónomas y ayuntamientos han aumentado un 21% su ayuda al desarrollo
Por fortuna, la tendencia estatal al recorte contrasta con el incremento de la ayuda al desarrollo por parte de comunidades autónomas y ayuntamientos, que supone un 21% más de lo destinado el año pasado. Destaca el crecimiento en Andalucía, Extremadura y Cataluña; sorprende la reducción del País Vasco, por su demostrado compromiso con la cooperación hasta el momento; y decepciona la Comunidad de Madrid, que reduce a la mitad su ya exiguo presupuesto destinado al desarrollo.
Recortes en salud
El recorte se mantiene en las cuantías dedicadas a un sector prioritario como la salud, al que se destinaron 53 millones de euros en 2015, 12 menos que el año anterior.
La salud representó el pasado ejercicio solo el 5% del total de la Ayuda Oficial al Desarrollo
Médicos del Mundo y medicusmundi señalan que la salud representó el pasado ejercicio solo el 5% del total de la Ayuda Oficial al Desarrollo bruta, un punto más que en 2014, pero muy lejos de la media internacional. En estos momentos se está destinando a la cooperación sanitaria apenas el 10% de lo que se dedicaba en 2009.
A estas organizaciones les preocupa que, para los próximos 15 años de la Agenda 2030, queden fuera las enfermedades no transmisibles (cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias), responsables de las tres cuartas partes de las muertes prematuras en el mundo.
Por otra parte, epidemias como las del Ébola y el Zika han enseñado que la clave para atajarlas a tiempo es que los sistemas de salud de cada país estén preparados para ello, lo que requiere fortalecerlos, en especial los de la atención primaria de salud, así como la introducción de estrategias de prevención de riesgos.