Conocer otras culturas y países mientras se participa en un proyecto social es posible gracias a los campos de trabajo y viajes solidarios que organizan muchas ONG. Es una oportunidad de combinar las tareas de voluntariado con una experiencia personal que nunca se olvida. Pero antes de partir es necesario saber algunas cosas. En este artículo se explican todos los preparativos previos al viaje solidario, algunas organizaciones con las que se puede viajar y qué consejos seguir durante la estancia en el país.
Antes, durante y después del viaje solidario
Viajar como voluntario en verano es una opción que está cargada de buenas intenciones pero, a veces, se desconoce todo lo que implica colaborar con una ONG o ir a un campo de trabajo. Estos son algunos consejos sobre qué hacer antes de viajar, cuando ya se está allí y al volver a España.
- Eligir la ONG que más se adapta a los intereses personales. La elección se puede llevar a cabo por el proyecto social que desarrolla la organización o el país en el que trabaja. Cada vez hay proyectos más variados que están relacionados con el medio ambiente, la infancia, la igualdad de género, la educación, la crianza, la agricultura, los pueblos indígenas, la conservación del patrimonio cultural, etc.
- Viaje, alojamiento y manutención. Los gastos del billete los ha de asumir el viajero y, a cambio, la organización aloja a los voluntarios en el lugar donde se desarrolla el proyecto. A veces, la ONG solicita un dinero para la manutención y estancia, que ayudará a incrementar los fondos del proyecto y seguir trabajando por su causa.
- Formación previa. Algunas organizaciones ofrecen cursos de formación antes de viajar. Es una buena fórmula para conocer a otras personas con las que se compartirá la experiencia, para concienciar al voluntario sobre la realidad de los países del Sur y desmitificar el ideal de «ser salvadores del mundo».
- Prepararse psicológicamente para lo que el viajero se encontrará. Es importante saber que más que a ayudar se va a conocer el proyecto, recibir una formación y convivir con personas de otra cultura que tienen muchas cosas que aportar. No se ha de olvidar que es más lo que se recibe que lo que se da.
- Vacunación. Según el destino, es necesario saber los riesgos de contagio y enfermedades del país. Antes del viaje se debería acudir a un centro especializado en medicina del viajero o consultar con un médico. La cita debería realizarse al menos 4-8 semanas antes y sería preferible si se prevé llevar a cabo un viaje de larga duración o trabajar en el extranjero.
- Cómo se quiere viajar. No es lo mismo ser cooperante que voluntario, hacer turismo responsable que ir a un campo de trabajo. A través del siguiente vídeo se explican de forma sencilla los diferentes tipos de viajes a los que se puede optar.
- Respeto y flexibilidad. Una vez allí, en el país y proyecto donde se colabora, es importante -y difícil- la adaptación. Normalmente se va con la mirada occidental y queriendo hacer las cosas de la forrma en que se hacen aquí, aunque poco a poco se aprende que esa es la mejor manera para ellos. Desarrollar una mirada respetuosa, comprensiva y adaptarse a sus costumbres es lo mejor que se puede aprender en esta experiencia.
- Sensibilizar y contar la vivencia. A la vuelta puede que el viaje haya sido bueno o malo, aunque lo habitual es volver con muchas ganas de repetir y de contar cómo fue. Compartir con amigos y familiares la experiencia es un modo de concienciar sobre la realidad de los países del sur (cómo viven, comen, aprenden, su pobreza económica y su generosidad). Esta es una forma de cambiar el mundo, a través de contarlo en el entorno más cercano.
- Seguir colaborando. Otra manera de seguir ayudando es hacerse socio o donante de la organización con la que se viajó. También se puede llevar a algún familiar para que colabore económicamente o de forma voluntaria, viajando o en las actividades que organice la ONG en España.
Organizaciones con las que viajar
Las opciones son amplias y, aunque quizá ya sea tarde para embarcarse en algunos de ellos porque los que cuentan con curso de formación comienzan en febrero o marzo, seguro que es posible unirse a alguna organización desde España o tal vez contactar con el proyecto en el país de origen y ofrecerse.
- Se pueden visitar los proyectos de la Asamblea de Cooperación por la Paz participando en los «Viajes al Sur» a Marruecos y Senegal. El plazo para inscribirse está abierto hasta el 15 de junio.
- En SETEM han organizado reuniones informativas durante los meses de marzo y abril. Este verano se puede tomar parte en varios campos de trabajo de Bolivia, Ecuador, Honduras, Guatemala, Nicaragua, India y Nepal.
- La ONG Agua de Coco, que tiene proyectos en Madagascar y Camboya, facilita el acercamiento entre el voluntariado y las personas con quienes trabajan en los países del Sur. Ofrecen formación previa vivencial, de vinculación y seguimiento.
- La Fundación Vicente Ferrer recibe cada año más de 2.000 voluntarios en Anantapur, que desarrollan tareas que no pueden ser asumidas por personas autóctonas. Se requieren perfiles concretos, desde arquitectos, periodistas, médicos, profesores de idiomas, de tenis, entrenadores deportivos, etc.
- Para jóvenes entre 16 y 30 años, dentro del Servicio Voluntario Europeo (SVE) se pueden desarrollar experiencias en materia ambiental en granjas o asociaciones ambientales, así como social, trabajando con grupos más vulnerables como personas con discapacidad, mayores y otros colectivos en riesgo de exclusión social.
- Con Cooperatur se toma rumbo a la cooperación participando en los proyectos de voluntariado o turismo solidario en países como Perú, Tailandia, Vietnam, Costa Rica, etc. cuidando de niños en orfanatos, en proyectos de empoderamiento de la mujer, enseñanza…
- AIPC Pandora ofrece microproyectos de cooperación para grupos de 6 a 15 pesonas que durante los meses de julio y agosto viajarán a las ONG locales integrándose en la población y aprendiendo de la cultura del lugar.
- Durante todo el año se puede viajar con Tumaini, una plataforma que gestiona viajes solidarios, voluntariado y prácticas internacionales. El mínimo es de una semana para proyectos medioambientales y de 15 días cuando trabajan con la comunidad local, a excepción de proyectos con personas con discapacidad que requieren de una estancia mínima de un mes.