Los talleres de formación laboral son una opción cada vez más importante para las personas sin recursos. En un momento en el que la tasa de desempleo es la más alta de los últimos años y el paro es la principal preocupación de los ciudadanos, quienes carecen de oportunidades o cuentan con menos posibilidades de acceder al mercado laboral, pueden beneficiarse de las propuestas de varias ONG.
Talleres de formación laboral
La formación es fundamental para encontrar un empleo. Por este motivo, varias organizaciones cuentan con programas específicos de empleo o han puesto en marcha cursos que facilitan la inserción laboral de las personas más desfavorecidas o en situación de exclusión social.
Entre otras, destaca la propuesta de Cáritas. Esta entidad organiza pretalleres que combinan el aprendizaje de un oficio con la adquisición de habilidades sociales y laborales, cursos de formación para el empleo o de capacitación profesional y talleres prácticos de corta duración. Esta es la esencia del programa Cáritas por el Empleo, que facilita un acompañamiento individualizado a quienes inician procesos de inserción sociolaboral.
La formación combina el aprendizaje de un oficio con la adquisición de habilidades sociales y laborales a favor de la inclusión social
Las últimas propuestas se han iniciado en Toledo, con un taller de formación laboral sobre multiservicio para el hogar, que incluye clases de carpintería, fontanería, electricidad y pintura, pero también de cultura general, informática y habilidades sociales. Otras apuestas son los talleres laborales para el hogar y sector servicios, de jardinería, horticultura, hostelería (ayudante cocina, camarero), servicios a la comunidad (ayuda a domicilio, cuidado personas mayores, auxiliar de hogar), comercio, limpieza industrial o soldadura, entre otros.
El Servicio de Empleo de Cáritas Madrid ha capacitado hasta el momento a más de mil alumnos, a quienes ha impartido formación en los sectores con mayor demanda en el mercado laboral. Además, ha conseguido más de 2.200 empleos, que se suman al centenar de contratos en los que ha intermediado Cáritas Bizkaia. Junto con la Fundación Carmen Gandarias, esta delegación ha renovado en 2012 el Programa de Empleo Solidario «GizaLAN», iniciado en 2010 para paliar los efectos de la crisis.
Por su parte, Fundación Trabajo y Dignidad impulsa iniciativas de capacitación de mujeres para «hacer frente a los retos del entorno y contribuir a la mejora de sus familias y comunidades». Entre sus finalidades, destaca la formación para ayudar a las mujeres a conseguir un empleo digno.
Cruz Roja también contempla entre sus acciones programas de formación para adecuar las competencias personales y profesionales de las personas en situación de exclusión a las necesidades del mercado de trabajo. Para adaptarse a las particularidades de los usuarios, se imparte formación para el empleo prelaboral, capacitación profesional no reglada, talleres de empleo y prácticas en empresas.
Otras ONG actúan como intermediarias en la búsqueda de empleo para personas con discapacidad, inmigrantes, mujeres, personas en riesgo de exclusión social y de etnia gitana. En este último caso, Fundación Secretariado Gitano (FSG) realiza acciones de formación profesional ocupacional, vinculada al empleo y según las necesidades de cada territorio donde se imparten los cursos. Entre otros, en la Comunidad Valenciana se realizan talleres de formación de azafatas y dependienta de comercio.
Más personas desempleadas atendidas
En Madrid, Cáritas ha puesto en marcha la Campaña contra el Paro 2012, con el lema «Sembrando oportunidades». Su objetivo es sensibilizar y concienciar a los ciudadanos para «crear oportunidades a personas en desventaja social», que logren su integración en el mercado laboral y lleven a cabo su realización personal.
Esta campaña prosigue a un aumento del 62% en el número de consultas registradas en el Servicio de Empleo de esta delegación. De las 7.656 personas atendidas en 2007, el pasado año se pasó a 12.407 personas. «La gran mayoría de los casos son personas con cargas familiares, con una media de edad de 40 años (70%) y un bajo nivel de estudios (82%)», precisa Cáritas Madrid.
Personal voluntario imparte muchos de estos cursos, financiados gracias a las donaciones
Estos recursos son posibles gracias a la ayuda altruista de voluntarios, que imparten las asignaturas. La crisis no solo afecta a la tasa de empleo, que desciende cada vez más, sino que también ha supuesto un recorte en los ingresos de las organizaciones. Por este motivo, el trabajo de los voluntarios es fundamental para llevar adelante estas iniciativas y las entidades mantienen abiertas las puertas a las personas interesadas en colaborar.
Las donaciones son otro instrumento fundamental para desarrollar programas. El pasado año, Cáritas Madrid invirtió gracias a este concepto un total de 1.684.762 euros, el doble que en 2007, con el inicio de la crisis.