La comunicación alternativa está pensada para las personas a las que, por diversos motivos, les resulta difícil expresarse. Con este objetivo, el doctor en psicología Benson Schaeffer ideó en los años 80 un sistema de comunicación denominado “habla signada”. Este método se basa en la producción de habla y signos de manera simultánea y ha demostrado su eficacia en los últimos 25 años. Hoy en día, miles de personas en todo el mundo son capaces de transmitir lo que piensan y sienten gracias a él.
Imagen: rafael rozendaal
Cuando las palabras no fluyen por sí solas hay que buscar métodos que las impulsen. El habla signada es uno de estos sistemas de apoyo que, en la actualidad, es utilizado por miles de personas con discapacidad intelectual o limitaciones en la comunicación. Su creador fue Benson Chaeffer, un experto en comunicación alternativa que ideó un programa global de habla signada y comunicación simultánea.
El pasado 28 de abril, Chaeffer participó en una jornada organizada por la Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (FEAPS). En el encuentro, ante formadores y educadores, destacó la posibilidad de enseñar su método «a todos los niños y adultos no verbales». Es sencillo. Cada elemento se asocia con una palabra y con un signo, de manera que ambos códigos (oral y signado) se pueden emplear a la vez o por separado.
A veces, la comunicación se realiza sólo con símbolos y, con el tiempo, se completa con palabras. Pero el aprendizaje va más allá. Cada signo se relaciona con una función, se enseña que sirve para expresar un deseo o pedir un objeto. Además, se instruye en el manejo del lenguaje oral y se transmiten estrategias de relación e intercambio personal para que los más pequeños sepan cómo dirigirse a los adultos y «conseguir algo deseado».
La utilización de este sistema a lo largo de 25 años ha demostrado que «no entorpece, ni dificulta, ni frena la aparición del lenguaje, sino todo lo contrario, lo favorece e influye en la aparición y/o desarrollo del mismo», asegura la Sociedad para el desarrollo de los Sistemas de Comunicación Aumentativos y Alternativos (ESAAC). El habla signada se ha convertido en una vía para potenciar el habla.
Calidad de vida
El fin de cualquier avance en materia de discapacidad es mejorar la calidad de vida de las personas. Éste es, precisamente, el principal valor del habla signada. Usado por niños y adultos, les ayuda a comunicarse mediante las palabras o los símbolos, lo que redunda en su propio bienestar y en el de sus familias.
Con él, las personas se expresan libremente, se relacionan y acceden al lenguaje oral
Cuando el entorno les entiende, les puede ayudar y proveer de todo lo que necesitan. Pero sobre todo, este modo de comunicación consigue que las personas se expresen libremente, se relacionen y accedan al lenguaje oral. En ocasiones, se trata de un proceso que «no llega rápido». De hecho, Schaeffer reconoce que hay que tener paciencia, pero el resultado es «casi un milagro».
Imagen: Alain Elorza
El sistema de expresión signada es utilizado por numerosas personas. Está indicado para cualquiera que presente limitaciones en la capacidad de comunicación. En España lo emplean, en su mayoría, personas autistas, pero según los estudios de la ESAAC es muy útil para quienes no indican deseos de manera constante, quienes tienen alteraciones sensoriales que no pueden mostrar con fiabilidad su intencionalidad o aquellos que padecen trastornos del desarrollo, entre otros.
No obstante, es importante que el entorno conozca este método para mejorar la comunicación con quien lo utiliza. Para ello, la ESAAC cuenta con material disponible para todos los interesados. Por su parte, la Fundación Gil Gayarre y la Fundación Madre de la Esperanza -miembros de FEAPS- han desarrollado un sistema de formación denominado FISAAC, dirigido a las familias y los interlocutores directos de las personas con problemas de comunicación. Si el aprendizaje se extiende, es previsible que la enseñanza también lo haga.