Detectar señales precoces de malos tratos y fomentar la igualdad, así como un uso responsable de las nuevas tecnologías, es el objetivo de la campaña que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha diseñado dentro de la plataforma “Hay Salida”, dirigida a mujeres víctimas de violencia de género. Casi el 30% de los adolescentes reconoce que sus parejas les han controlado su libertad de alguna manera. Además, preocupa la situación de los hijos que presencian conductas de malos tratos, ya que aprenden roles de agresor y víctima que reproducen contra sus propias madres. En este artículo se explica en qué casos se considera a los jóvenes víctimas de malos tratos, cómo fomentar la igualdad, respeto y prevención de estas conductas, de qué manera protegerles y dónde pedir ayuda.
Jóvenes víctimas de malos tratos
Casi un 30% de las personas jóvenes asegura que sus parejas han ejercido algún tipo de control sobre ellas
Naciones Unidas define la violencia contra la mujer como «cualquier acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga como resultado un daño físico, psicológico o sexual para las mujeres». El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad recuerda que, en nuestro país, «la ley habla de ‘violencia de género’ para referirse específicamente a una de estas formas de violencia: la que ejerce la pareja o expareja sobre la mujer». En definitiva, se alude a una desigualdad entre hombres y mujeres, a quienes se considera subordinadas a estos.
En 2012, para atender a las mujeres víctimas de malos tratos, el citado Ministerio puso en marcha la campaña «Hay Salida». Su objetivo es «enviar un mensaje de esperanza a las mujeres víctimas de la violencia», por lo que está diseñada como una herramienta que las ayude a «romper el silencio cómplice» que acalla unos hechos terribles y las condena a mantener la situación en la que viven.
Pero las mujeres no son las únicas víctimas de maltrato. El estudio «Percepción social de la violencia de género», elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en colaboración con la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, ha detectado cómo un 30% de los jóvenes ha sufrido algún tipo de control por parte de sus parejas, aunque a menudo no lo distingan como tal. «Una joven nos comentó que cuando llegaba a casa llamaba a su novio desde el teléfono fijo para que él no se preocupara. ¿No valdría un mensaje o una llamada perdida desde el móvil? No es amor, es control«, destacaba Ana Bella, creadora de la Fundación que lleva su nombre, en una entrevista concedida a Consumer.es.
Las situaciones a las que se enfrentan algunas adolescentes son dramáticas. Por ello, el Ministerio ha diseñado, dentro de la plataforma «Hay Salida», una nueva campaña dirigida a los jóvenes. La finalidad es detectar casos de malos tratos, averiguar quiénes son víctimas de algún tipo de control por parte de sus parejas y enseñarles a hacer un uso responsable de las redes sociales y de las nuevas tecnologías, como medios a través de los cuales los jóvenes establecen buena parte de sus relaciones.
Igualdad, respeto y prevención entre los jóvenes
Las conclusiones del mencionado informe son reveladoras. Entre otras, destacan la baja percepción del riesgo que tienen los jóvenes respecto a ciertas conductas. Y es que una tercera parte considera que responder a un mensaje insultante no implica riesgo para su integridad. Ante este dato, desde la plataforma «Hay salida» se ha apostado por reforzar las medidas educativas y de sensibilización, como una vía fundamental para transmitir mensajes de igualdad y respeto.
Pese a que el 92% de la población rechaza rotundamente la violencia de género, más de un 30% de los encuestados «aún muestra cierta tolerancia por distintas formas de maltrato a la mujer, como actuaciones destinadas a controlar a la pareja». De ahí que se persigan medidas de sensibilización y pedagogía «más intensas», que lleguen a la población de menor edad y eviten que estos casos se repitan. Los jóvenes tienen la oportunidad de educarse en el respeto para no reproducir conductas que hayan vivido o que conozcan a su alrededor.
Proteger a los menores en un entorno de violencia
Los jóvenes pueden ser víctimas de la violencia de género tanto en su entorno, como en el seno de su familia. El citado estudio revela que el 65% de las personas conoce a una mujer que ha sufrido malos tratos y que tiene hijos menores, quienes estaban en el hogar en el momento en que ocurrían los episodios de violencia de género. Por su parte, el 89% de las víctimas aseguran aguantar la situación por sus hijos. Proteger a las mujeres y a los hijos se convierte, por lo tanto, en una prioridad. «La exposición a esta violencia y el padecimiento directo del maltrato pueden considerarse equivalentes», señala el Ministerio, en referencia a la situación de los hijos.
Desde esta institución se mantiene que «vivir situaciones de violencia de este tipo durante la infancia genera en los niños y niñas problemas similares a los que se producen por el hecho de ser maltratados directamente». Incluso, advierte, los jóvenes aprenden roles de agresor y víctima, que a menudo repiten contra sus madres. «Protegerlas a ellas implica también proteger a estos menores», subraya.
Está regulado que los jueces deben establecer medidas cautelares de protección de los hijos, que buscan mantenerles con su madre y contar en todo momento con apoyo. «Significa que un menor no podrá quedarse sin radio de protección cuando esté implicado en un caso», recuerda el Ministerio. Además, se aboga porque los menores tan solo presten testimonio una vez, no ante diferentes instancias judiciales, para no tener que rememorar lo sucedido de forma constante.
La campaña “Hay salida” busca un mensaje de esperanza entre tanta desolación. Desde que se comenzó el recuento de mujeres víctimas de violencia de género, más de 700 han perdido la vida, pero a su vez, más del 70% de las mujeres que confiesan haber sufrido malos tratos afirman haberlos superado. Para ello, en los últimos años se ha reforzado el sistema público de asistencia y protección, con servicios gratuitos de atención psicológica, jurídica, económica y de acogimiento, pero sobre todo, es responsabilidad de toda la sociedad impedir que estos casos ocurran. “Es importante que prestemos mucha atención a las primeras señales del maltrato, para detectar conductas que todavía a un 36% de la sociedad española le pasan desapercibidas y que pueden acabar en una violencia más grave”, alerta el Ministerio. Estas señales son:
- Sentirse ridiculizada, inferior, torpe o inútil por parte de la pareja.
- Constatar que la pareja aísla, impide relacionarse con familiares o amistades, siente celos o provoca peleas.
- En privado y en público, la pareja amenaza, humilla, grita o insulta.
- Reprocha a la mujer tener la culpa de todo.
- Amenaza con hacer daño a la mujer o a su familia.
- Da miedo con su mirada o con sus gestos.
- Controla el dinero, la forma de vestir, el teléfono móvil y las redes sociales de la mujer.
- Agrede a esta físicamente.
- La fuerza o ha forzado a mantener relaciones sexuales.
- Amenaza con quitar a los hijos en caso de dejarle.
Ante estos hechos, las víctimas tienen varias opciones para pedir ayuda:
- Llamar al 016. Este teléfono es gratuito. En él se obtiene información y asesoramiento jurídico, las 24 horas del día y en 51 idiomas.
- Consultar la página web de recursos de apoyo. Esta página web permite la localización de los recursos policiales, judiciales y de información, atención y asesoramiento más próximos a la localidad de residencia de la víctima.
- Llamar al teléfono 900 20 20 10, en caso de ser menor de edad. Los jóvenes que crean que alguien de su entorno sufre violencia de género pueden llamar al teléfono gratuito de Fundación ANAR.
- Descarga la APP “Libres”. La aplicación Libres contiene información para saber cómo actuar ante una situación de maltrato. Esta aplicación es gratuita para móviles con sistema operativo IOS y Android.
- Confiar en el personal sanitario del centro de salud. Este personal podrá iniciar la atención y protección de las víctimas de violencia de género que les cuenten lo ocurrido.