La ruptura de la Eurozona «podría suponer unas pérdidas de 30.000 millones de dólares a los países más pobres del mundo, debido a la reducción de las actividades comerciales y de la inversión extranjera», ha alertado Oxfam –Intermón Oxfam en España- con motivo de la próxima reunión de los líderes del G20 en México para debatir sobre el estado de la economía mundial. En el caso de España, Intermón Oxfam pide al Gobierno «un sistema fiscal más justo así como la lucha contra la evasión de impuestos y los paraísos fiscales».
De acuerdo con los cálculos de Oxfam, si el Euro se rompiese, la consecuente caída del Producto Interior Bruto (PIB) de los países europeos durante el año siguiente a la ruptura supondría una pérdida de ingresos de las exportaciones a Europa para los países menos desarrollados (la mayoría de ellos en el África Subsahariana) de hasta 20.000 millones de dólares. Además, los países pobres perderían 10.000 millones más debido a una menor inversión extranjera en el continente.
Según Intermón Oxfam, la desintegración de la Eurozona agravaría los problemas derivados de la actual crisis económica a los que ya se enfrentan los países de ingresos bajos, como la escasez de alimentos y la reducción de la ayuda al desarrollo y de los flujos de capital.
Oxfam reclama al G20 que respalde la aplicación de una tasa a las transacciones financieras (TTF, conocida en muchos países como la «Tasa Robin Hood») cuyos ingresos irían destinados a fomentar el desarrollo e impulsar medidas de adaptación al cambio climático para ayudar a las personas más pobres afectadas por la crisis económica.
La Comisión Europea ya ha propuesto una TTF a nivel europeo que podría llegar a recaudar 57.000 millones de euros cada año. La portavoz de Intermón Oxfam, Susana Ruiz, considera que «España debe sumarse a la iniciativa francoalemana, y apoyar la inclusión de la tasa a las transacciones financieras, que no perjudica al contribuyente, solo a los movimientos especulativos de capital y consigue financiación extraordinaria, muy necesaria en estos momentos, puesto que compensaría los recortes en servicios sociales y en cooperación».
La ONG también considera que el G20 debe tomar medidas urgentes para poner freno a la especulación financiera con productos alimentarios, eliminar las políticas de apoyo a los biocombustibles y mejorar los derechos sobre la tierra.