«Salud Materno-Infantil» es un proyecto que lleva a cabo la Fundación Intervida en Guatemala y que desarrollará a lo largo de siete años en un total de 340 comunidades del altiplano. El objetivo es reducir la mortalidad materna e infantil en el país sudamericano. Las acciones incluidas en este programa beneficiarán anualmente a aproximadamente 7.250 embarazadas y 5.400 niños de poblaciones eminentemente rurales e indígenas.
Guatemala presenta aún elevadas tasas de mortalidad infantil y materna, siendo esta última una de las más altas de Latinoamérica, con 153 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, según datos de Intervida. La mortalidad infantil es de 44 por cada 1.000 nacidos vivos, aunque en algunas zonas del país es mucho más elevada.
Entre las principales causas de enfermedad y mortalidad, se encuentran las patologías prevenibles por vacuna. En Guatemala, la falta de vacunación se debe a factores como la inaccesibilidad geográfica y el rechazo que algunas poblaciones tienen hacia las vacunas por sus patrones culturales o porque desconocen sus beneficios.
En los últimos años, los esfuerzos del Gobierno guatemalteco han logrado que algunas vacunas alcancen una tasa de cobertura por encima del 90%, pero el éxito es menor cuando se trata de preparados de varias dosis. Por ejemplo, la vacuna pentavalente (para proteger contra difteria, tos ferina, tétanos, gripe y hepatitis B) en niños menores de un año alcanza tan sólo al 38% de estos menores, según la Memoria de Vigilancia Epidemiológica de 2005.
Grandes diferencias
A pesar de que los resultados son cada vez más positivos, el esquema completo de vacunación en niños de 12 a 23 meses «no alcanza todavía la cobertura óptima», advierte Intervida. Además, se dan grandes brechas entre regiones porque mientras en la región metropolitana casi tres cuartas partes de los niños de 12 a 23 meses disponen del esquema completo de vacunación, en la región sur-oriental y Petén sólo la mitad lo tienen, según se refleja en el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005.
También destaca el bajo porcentaje de mujeres en edad fértil a las que se ha administrado la vacuna antitetánica. En 2005 únicamente el 9,57% de este grupo recibió esta vacuna.
El objetivo de Intervida es proteger con el esquema completo de vacunación al 95% o más de los niños menores de cinco años, y al 90% de las mujeres en edad fértil con la vacuna antitetánica. «Todo ello se está realizando implicando a las propias comunidades y difundiendo a través de diferentes canales y lenguas las fechas de las jornadas de vacunación y sus beneficios», señala la ONG.