Se hace necesario el reconocimiento universal de los derechos humanos y de las diferencias culturales para retomar una «cultura de la paz», según solicitó ayer el Grupo de Alto Nivel de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la Alianza de Civilizaciones.
Esta idea aparece plasmada en la Declaración de Río de Janeiro, texto que recogió las conclusiones de los tres días de debates de este foro de las Naciones Unidas que culminó ayer en la metrópoli brasileña. El informe enumera varias recomendaciones que pueden ser adoptadas para promover el diálogo entre las culturas y combatir los fanatismos y el terrorismo.
El informe propone un «estatuto de las culturas como garantía del derecho a la diferencia, en el que se reconozcan los pueblos y el avance de la mejora colectiva», afirmó el secretario general de la Academia de la Latinidad, Cándido Mendes, al leer el documento. Esta exigencia conduce a la «cultura de paz, a la búsqueda de la globalización contemporánea y a distinguirse de las condiciones hegemónicas en la vigencia de la civilización del nuevo siglo», subrayó.
El texto señala que la discusión de las cuestiones interculturales «encuentra su límite en el diálogo y el reconocimiento universal de los Derechos Humanos como camino para retomar una cultura de la paz». Según el documento, tras los atentados terroristas de carácter fundamentalista de Nueva York, Madrid, Londres y algunos países asiáticos, «el terrorismo ganó una nueva dimensión y se extendió el riesgo de llegar a una civilización del miedo». El informe advierte, asimismo, de los «riesgos de una posible visión ideológica de estos derechos, aún como resquicio de una perspectiva dominadora de Occidente», y propone el reconocimiento universal del estado de Derecho.
«Hay que buscar acciones afirmativas, el restablecimiento de la confianza y, sobre todo, apostar por que el juego amplio de las libertades no sea un lujo exclusivo de los países desarrollados», señaló Mendes, quien alabó los regímenes que garantizan el pluralismo colectivo.
La Alianza de las Civilizaciones fue creada por la ONU en 2005 tras una iniciativa del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para profundizar el conocimiento y los contactos entre las diferentes culturas que coexisten en el mundo y ayudar en la construcción de sociedades más plurales.