Una mayor formación de los trabajadores sanitarios podría salvar la vida de 100.000 recién nacidos en Pakistán cada año, según indica un artículo publicado en el diario médico «The Lancet» en el que se aborda los resultados de un estudio realizado en el distrito paquistaní de Hala. El ensayo de esta investigación se fundamentó en la formación en prácticas educativas y de consejería sobre medidas sanitarias que habían funcionado dentro del sistema sanitario del distrito de Hala, informó Save the Children, una de las organizaciones que ha financiado el estudio junto con la Organización Mundial de la Salud y la Fundación Bill & Melinda Gates.
Como resultado de la prueba, realizada entre 2006 y 2008, la mortalidad de recién nacidos y el número de bebés muertos al nacer se redujo en la zona entre un 15% y un 20%. Además, un mayor número de madres dieron a luz en instalaciones sanitarias y las prácticas de atención y cuidado neonatal mejoraron sustancialmente, destacó la ONG. El ensayo se diferencia de estudios previos sobre atención a recién nacidos en que los investigadores trabajaron a través de un amplio programa del sector público sin contratar nuevos trabajadores sanitarios.
«Este estudio demuestra por primera vez como dentro del sistema sanitario existente pueden introducirse de forma positiva determinadas actuaciones sanitarias con probada eficacia en la supervivencia de los recién nacidos», señala el Doctor Zulfiqar A. Bhutta, autor que lidera el artículo de «The Lancet» y profesor y director de salud ginecológica y pediátrica en la Universidad de Karachi, en Pakistán.
Durante el periodo de investigación, los responsables del trabajo ofrecieron formación sobre cómo realizar consejería grupales, prácticas de cuidado y atención a los recién nacidos, sobre el trabajo conjunto con las matronas tradicionales, además de visitar los hogares y enseñar a las nuevas madres prácticas sencillas de cuidado de los bebés. Entre estas prácticas se incluyó dar el pecho de manera exclusiva y desde el primer momento, el retraso en el baño y un reconocimiento rápido de las enfermedades graves que pueden afectar al recién nacido. «Solo en Pakistán, la nacionalización de estas simples medidas podría salvar hasta 100.000 vidas de recién nacidos cada año y, potencialmente, muchos más si se aplicase una cobertura más amplia que la del área del estudio», asegura el Doctor Bhutta.