La nueva Ley de Mecenazgo que el Gobierno pondrá en marcha en breve contempla una bonificación fiscal del 35% en el Impuesto de Sociedades para aquella parte del beneficio empresarial que se destine a financiar actividades de interés general, es decir, liberará del pago de ese impuesto a lo que se destine a donativo, según las explicaciones del secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez-Ponga.
El proyecto de ley, que dentro de poco será analizado por el Consejo de Estado y el Consejo Económico y Social (CES), plantea un modelo fiscal que mejora la tributación de las entidades sin ánimo de lucro, por un lado, y supone sendos beneficios fiscales en la tributación por IRPF y Sociedades para el mecenazgo. En este último caso, se aumenta desde el 20% al 25% la deducción fiscal de los donativos en el Impuesto sobre la Renta y, en el caso de las empresas, conlleva otra deducción de la cuota del Impuesto de Sociedades del 35% del dinero que se done, que es lo mismo que desfiscalizar los donativos de ese impuesto.
«Las entidades sin ánimo de lucro mejoran sustancialmente su régimen fiscal, porque todos los ingresos obtenidos sin contraprestación van a quedar exentos, así como todas la rentas procedentes de su patrimonio», explica el secretario de Estado.
Exentas de impuestos
Se añaden una serie de actividades económicas o empresariales realizadas por estas entidades sin ánimo de lucro que estarán exentas de impuestos, siempre que destinen al menos el 70% de sus ingresos a fines de interés general, y el resto a dotación patrimonial.
La norma contempla hasta siete áreas diferentes que se pueden acoger a esta exención, como la asistencia social, la sanitaria, educación, cultura, deporte, I+D y algunos aspectos del medio ambiente. «Lo que se pretende es incentivar las actividades de mecenazgo, y el coste para la Hacienda dependerá de la generosidad de las personas físicas que den donativos» señala Rodríguez-Ponga.