El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA), foro de las Naciones Unidas para el examen y el seguimiento de las políticas relativas a la seguridad alimentaria mundial, celebra hasta el 15 de octubre en Roma una sesión intergubernamental de alto nivel en la que se sugerirán formas de afrontar las raíces del hambre y la desnutrición. La Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO) explicó que este encuentro tiene lugar «en un contexto de recientes aumentos de los precios internacionales de los alimentos, que plantean nuevos desafíos para la seguridad alimentaria».
La FAO también destacó que desde su última reunión en octubre de 2009, el CSA «ha experimentado una profunda reforma con el objetivo de convertir al Comité en la plataforma más completa a nivel internacional e intergubernamental» en la que todas las partes implicadas relevantes puedan trabajar juntas para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional para toda la población.
Entre las reformas realizadas en el CSA figura la inclusión en las deliberaciones del Comité de un grupo más amplio de participantes, entre ellos las organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, otros organismos de la ONU y representantes del sector privado y de las entidades filantrópicas. Además, el Comité contará también con el asesoramiento de un panel de expertos de alto nivel en diversos campos relacionados con la seguridad alimentaria y la nutrición.
La sesión intergubernamental incluye mesas redondas que abordarán cuestiones importantes relacionadas con la seguridad alimentaria, como la tenencia de la tierra y las inversiones internacionales en agricultura, la seguridad alimentaria en las crisis prolongadas y las formas de gestionar el riesgo y la vulnerabilidad. Representantes de África, Asia y el Pacífico suroriental, la región euroasiática, Oriente próximo y Latinoamérica compartirán sus experiencias, mientras que Bangladesh, Haití, Jordania y Ruanda presentarán estudios de casos temáticos de sus países.
El director general de la FAO, Jacques Diouf, subrayó en la inauguración del encuentro que la cantidad de hambrientos de hoy es muy superior a la que existía cuando en la Cumbre de la Alimentación de 1996 se asumió el compromiso de reducir a la mitad el número de personas afectadas.»La presencia de hambruna, desnutrición y pobreza generalizadas, y la incapacidad de proteger a los países vulnerables y a las personas de sus efectos requiere medidas urgentes y concertadas por todos los actores pertinentes a todos los niveles», reclamó Diouf.
También recordó que la producción agrícola tendrá que aumentar en un 70% en todo el mundo y el doble en los países en desarrollo para alimentar a una población que alcanzará 9.000 millones de habitantes en 2050.