A pesar de que en 68 países se mantiene la pena de muerte, en los últimos 30 años se ha registrado una tendencia clara hacia su abolición en todo el mundo, tal y como asegura Amnistía Internacional . En este año 2006 la tendencia ha continuado, sumándose Filipinas a la lista de países abolicionistas. Moldavia reformó su Constitución en junio de 2006 para prohibir la pena capital en toda circunstancia, aunque hay que lamentar que en países como Estados Unidos se siga condenando a muerte y ejecutando a personas con enfermedad mental y que en otros como Irán y Pakistán se haya ejecutado a menores durante 2006.
«Los países que utilizan la pena de muerte lo hacen de una forma injusta, vulnerando las leyes y normas internacionales.
«Los países que utilizan la pena de muerte lo hacen de una forma injusta, vulnerando las leyes y normas internacionales»La pena de muerte no es aceptable nunca, en ningún caso, y cada ejecución constituye una violación extrema del derecho a la vida. Y esta violación se agrava cuando el Estado quita la vida a un ser humano por medio de un proceso judicial injusto?, asegura Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España.
Amnistía Internacional enumera los casos más llamativos:
China. China destaca por su terrible historial de violaciones de derechos humanos. Es el país donde más ejecuciones se realizan al año. Se condena a muerte a presos en juicios injustos, sin que se respete la presunción de inocencia y con la tortura como medio para obtener testimonios. Aunque se sigue ejecutando con un tiro en la nuca, cada vez es más común el uso de la inyección letal, lo que facilita la extracción de órganos. En marzo de 2006 especialistas chinos en transplantes estimaron que los órganos procedentes de presos ejecutados suponen alrededor del 99% del total de órganos transplantados.
Estados Unidos. Desde 1977 en Estados Unidos han sido ejecutadas 1.047 personas (43 en 2006). Además, es un país donde se sigue ejecutando a personas con enfermedades mentales.
Indonesia. Llevaba más de un año sin efectuar ningún homicidio judicial hasta que el 21 de septiembre ejecutó a Fabianus Tibo, Dominggus da Silva y Marinus Riwu. A día de hoy hay otras 90 personas condenadas a muerte.
Irak. Al menos 51 personas han sido ejecutadas en Irak en 2006. La pena de muerte fue aplicada ampliamente por el gobierno de Sadam Hussein, en 2003 fue abolida por parte de la Autoridad Provisional y fue restablecida en agosto de 2004.
Pakistán. Este es el único país que, junto a Irán, ha ejecutado a menores en 2006. Actualmente, al menos 70 personas han sido ejecutadas en distintas provincias del país.
Perú. El Congreso peruano está considerando tres leyes que ampliarían el ámbito de aplicación de la pena de muerte, ahora limitada a las personas declaradas culpables de terrorismo o por traición en caso de guerra, invirtiendo la tendencia abolicionista mundial
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Polonia. En julio pasado el presidente del Gobierno, Lech Kaczynski, hizo unas declaraciones en las que abogaba por la reinstauración de la pena de muerte no sólo en Polonia, sino en toda Europa.
“Las ejecuciones en Irán continúan a un ritmo alarmante”, asegura la ONG. Se han producido lapidaciones y continúa el asesinato judicial de menores. Amnistía Internacional ha tenido noticia de al menos 108 ejecuciones en lo que va de año. 2006 es el año en que Irán ha reanudado las ejecuciones por lapidación, algo que no sucedía desde diciembre de 2002, cuando el presidente de la Magistratura anunció una moratoria en el uso de este método. A pesar de ello, informes recibidos indican que en mayo de 2006 un hombre, Abbas Hajizadeh, y una mujer, Mahboubeh Mohammadi, fueron ejecutados por lapidación en un cementerio de Mahshhad.
Los países que no utilizan la pena de muerte
El impulso a favor de un mundo sin ejecuciones ha ido ganando fuerza y en 2006 ha habido más avances hacia un mundo sin pena de muerte: los gobiernos de Filipinas y Moldavia han dado los pasos precisos para su abolición, en el caso de Filipinas y de reforma de la Constitución para prohibir su aplicación en el de Moldavia. Esto eleva a 129 el número de países que han dejado de usar la pena capital en la ley o en la práctica.