La Unión Europea (UE) y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación) apoyan a las organizaciones de pequeños campesinos nicaragüenses en el aumento de la productividad de sus cultivos básicos, como los fríjoles, el maíz y el arroz. El objetivo de esta medida, en la que también está implicado el Gobierno de Nicaragua, es frenar el incremento de la pobreza rural en el país.
«Hay 52,5 millones de personas que sufren hambre en Latinoamérica y el Caribe», explicó el representante regional adjunto de la FAO para América Latina y el Caribe, Alan Bojanic. El funcionario de la ONU identificó los elevados precios de los alimentos y la crisis económica mundial como los principales factores que han influido en la inseguridad alimentaria en la región.
En Nicaragua, el 80% de los pequeños campesinos están organizados en cooperativas. La UE y la FAO trabajan ahora con el Gobierno para ayudar a estas asociaciones en el incremento de sus rendimientos. Para ello, el organismo de Naciones Unidas ha puesto en marcha un programa que durante dos años tratará de enfrentarse a los problemas del rendimiento agrícola. La campaña cuenta con tres millones de euros procedentes de los fondos del Mecanismo Alimentario, señaló el coordinador del proyecto, Leonard Fagot. Las intervenciones incluyen la entrega de semillas de calidad, la construcción de edificios de almacenamiento y el suministro de técnicas agrícolas y de comercialización.
Fagot explicó que de mayo a junio se plantaron 4.865 hectáreas con semillas mejoradas de frijoles, maíz y arroz, proporcionadas por la FAO a 4.000 campesinos. Los resultados del año pasado reflejaron un aumento de la productividad en las zonas cultivadas con ayuda de Naciones Unidas, tres veces mayor que la media nacional.
Por su parte, María Dolores Monge, responsable del Mecanismo Alimentario de la UE, un fondo de mil millones de euros para luchar contra el hambre, abogó por incrementar la productividad agrícola en el país. «Lo importante es no solamente sembrar, sino cuánto ha aumentado la productividad», declaró.
La FAO señaló que en los últimos años, Nicaragua ha logrado avances importantes en la lucha contra el hambre y la pobreza. No obstante, aún es el segundo país más pobre de América Latina y el Caribe después de Haití. Además, la pobreza afecta sobre todo a la población rural, dado que dos de cada tres personas del campo viven con menos de un dólar estadounidense diario.