Los datos del Cuerpo Coordinador de Agencias para la Ayuda en Afganistán (ACBAR), que agrupa a 97 organizaciones humanitarias nacionales e internacionales, señalan que en lo que va de año han muerto en el país a manos de las tropas internacionales y afganas un «mínimo» de 230 civiles, entre ellos 60 mujeres y niños.
Las tropas internacionales han desarrollado operaciones en las que «un uso desproporcionado o indiscriminado» de la fuerza ha tenido como consecuencia «víctimas civiles», según denunciaron las ONG, que instaron a los militares a que respeten los derechos humanos. «Esas operaciones han sido llevadas a cabo frecuentemente por fuerzas y agencias fuera del mandato de la OTAN», según ACBAR, que apuntó que a menudo han sido tropas estadounidenses, a veces en colaboración con las fuerzas afganas.
El uso de «ataques aéreos, bombardeos y ataques indiscriminados» en áreas pobladas y en ausencia de objetivos claramente definidos «viola» los principios humanitarios internacionales y los Derechos Humanos, afirmó ACBAR, del que forman parte organizaciones como Oxfam y Save the Children. Estas acciones crean además hostilidad hacia las fuerzas internacionales, perpetúan la inseguridad y ponen en peligro la seguridad y el alcance de la tarea humanitaria», añadió.
Tras la muerte en un bombardeo estadounidense de siete niños que se encontraban en una escuela y de las noticias que apuntan a decenas de civiles fallecidos durante unos duros combates aún en curso en la provincia afgana de Uruzgan (centro), ACBAR urgió a tomar medidas para evitar este tipo de situaciones. Muchos de estos sucesos ocurren debido a la obtención de informaciones relativas a los insurgentes que resultan ser falsas o imprecisas, según las ONG. A pesar de ello, también han muerto 14 civiles en lo que va de año «sólo por conducir o caminar demasiado cerca del personal militar», explicaron desde el organismo.