Las personas mayores de 65 años ascienden a 7.782.904, lo que representa el 16,7% de la población española. La mayor parte de estos mayores son mujeres, el 57,5% (cuatro millones y medio), mientras que los hombres suponen el 42,5% restante. Estas últimas cifras implican «una feminización del envejecimiento», según un informe del IMSERSO que servirá para la elaboración final del Libro Blanco del envejecimiento activo, sometido a un proceso de consulta con diferentes organizaciones.
Este documento, que entregó ayer la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, al Consejo Estatal de Personas mayores, es un instrumento de trabajo «cuyo fin es diagnosticar la situación real y actual de las personas mayores en nuestro país». El trabajo realiza un análisis de las diferentes etapas que viven las personas mayores y de las necesidades que se plantean en cada una de ellas.
En su elaboración han participado 30 especialistas que han trabajado con datos sobre la situación de las personas mayores aportados por diversas fuentes como el Barómetro del CIS 2010, datos del Instituto Nacional de Estadística, el Eurobarómetro y la Encuesta sobre personas mayores 2010 del IMSERSO. También se han tenido en cuenta las propuestas del III Congreso Estatal de Personas Mayores, celebrado en Madrid en mayo de 2009, y de la II Asamblea Mundial sobre envejecimiento de la ONU, celebrada en Madrid en 2002, en cuyas conclusiones se acordó que todas las políticas dirigidas a los mayores contaran con la participación de los mismos a través del Consejo Estatal de Personas Mayores.
España está a la cabeza de los países europeos con mayor esperanza de vida
Además de un análisis de la situación en la que viven las personas mayores, el informe recoge 100 propuestas para el debate y abre un proceso de consulta con todas las organizaciones de mayores, ONG, organizaciones sociales, profesionales, empresariales, sindicales, partidos políticos y administraciones autonómicas y locales. Entre las propuestas destaca la de impulsar las políticas dirigidas a promocionar estilos de vida saludables y la de reforzar la coordinación socio-sanitaria.
Trinidad Jiménez señaló que «envejecer debe ser un sinónimo de actividad, salud, satisfacción y calidad de vida». Así se ha plasmado en el Libro Blanco sobre envejecimiento activo, que abre a todas las partes el debate sobre el nuevo perfil de las personas mayores. «Hoy quieren ser autónomas y desean vivir en su casa el mayor tiempo posible», subrayó la ministra.
Ancianos más activos
Según los datos recogidos en la Encuesta sobre personas mayores 2010 del IMSERSO, el número de éstas crece cada año, «pero son más activas que en el pasado», como lo refleja el hecho de que el 60% dice haber iniciado nuevas actividades después de jubilarse.
España está a la cabeza de los países europeos con mayor esperanza de vida. Este dato sólo lo superan Suecia y Francia. La esperanza de vida entre las mujeres se sitúa en 84 años y entre los hombres, en 78 años, una tendencia que sigue en aumento. El número de personas mayores de 80 y más años representa el 28% de la población total.
Los mayores prefieren que los cuidados que reciban se den en el entorno familiar
Con respecto a las relaciones familiares, en nuestro país hay «un fuerte apoyo familiar entre generaciones», señala la Encuesta sobre personas mayores 2010. El 68% de las personas mayores mantienen contacto diario con sus hijos. Además, el 70% de los abuelos cuidan o han cuidado a los nietos, el 49% lo hace a diario. Los mayores prefieren que los cuidados que reciban sean en el entorno familiar -esta tendencia disminuye progresivamente- y que los realice el cónyuge (45%) y sus hijos o hijas (21%).
Por otro lado, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de pobreza entre las personas mayores de 65 se ha reducido en los últimos cinco años, al pasar del 16,9% en 2005 al 13,7% en 2009.