Las labores de acogida e integración son básicas para que las personas sin hogar den un primer paso hacia un futuro diferente. Instituciones públicas y privadas aportan recursos para propiciar este cambio, pero el número de solicitudes aumenta y la ayuda es limitada. El pasado mes de junio, Cáritas detectó una subida del 30% en el número de personas que carecen de un techo. El incremento se debe a un aumento de personas inmigrantes que viven en la calle, hasta un 68% más en el primer trimestre de este año.
ONG en contra de la exclusión
A principios de 2009, Cáritas puso en marcha la campaña «El Nuevo Mapa de la Pobreza». Entonces destacó las demandas urgentes de sus usuarios, así como el aumento de quienes recurren a su red de Servicios de acogida y atención primaria, que funcionan en toda España «para buscar soluciones puntuales a las situaciones de precariedad y vulnerabilidad social».
El informe «Cáritas ante la crisis» revela que cada vez se acercan más a esta red hombres solos sin hogar, separados o divorciados y en paro, que no pueden afrontar el pago de un lugar donde vivir. La situación se agrava porque algunos ciudadanos, afectados por la crisis pero que no forman parte del grupo de personas sin hogar, «empiezan a requerir los recursos específicos» para éstas. Acuden a albergues, comedores sociales, centros de día y talleres ocupacionales.
Algunos ciudadanos afectados por la crisis han empezado a requerir los recursos específicos para personas sin hogar
A partir de un cuestionario realizado entre abril y mayo de este año, la entidad ha detectado en el primer trimestre de 2009 un aumento del 30% en el número de personas sin hogar. Esta cifra está condicionada por el incremento de las personas autóctonas (+17%), pero sobre todo, por la subida del volumen de inmigrantes que carecen de un techo (+68%). La tendencia al alza ya comenzó el año pasado, con un aumento del 21% respecto a 2007.
El III Informe sobre la Pobreza en Valencia, presentado en marzo de este año, constata de nuevo una mayoría de usuarios inmigrantes (69,92%), aunque advierte de un cambio de rumbo por primera vez en ocho años. De acuerdo a los datos recopilados por Casa Caridad Valencia durante 2008, las atenciones a usuarios españoles superaron a las solicitudes de personas extranjeras, «lo que se traduce en un cambio en el rostro de la pobreza valenciana», destaca el informe.
En Madrid, la Fundación San Martín de Porres atiende desde 1969 a las personas sin hogar y desarrolla diferentes programas para mejorar su calidad de vida. El objetivo principal es cubrir las necesidades básicas (salud y alojamiento, sobre todo), pero se cuenta con la participación de los beneficiarios para que se sientan protagonistas del cambio. La Fundación mantiene varios programas de alojamiento (albergues), empleo y otras iniciativas cuyo fin es «solventar un amplio rango de problemáticas transversales que afectan a las personas sin hogar».
En el caso de los menores y jóvenes en procesos de marginación y exclusión social, la Asociación Colectivo La Calle se centra en tareas de prevención para encaminar hacia un futuro mejor desde edades tempranas. Organiza diversos programas que se dividen en cuatro ámbitos:
Se acerca el invierno y, un año más, los centros de acogida se convertirán en el principal refugio de las personas sin techo. La “Encuesta sobre Personas Sin Hogar Centros (EPSH-Centros 2008)”, tercera investigación de este tipo llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística, recoge un incremento del 4,7% en el número medio de plazas diarias ofrecidas, respecto a 2006. Incluso el gasto medio por centro es un 18,5% mayor (286.404 euros).
En 2008, el 88,1% de los centros permanecieron abiertos todos los días de la semana
En total, el estudio analiza 615 centros, con 13.650 plazas diarias de alojamiento en 2008. La mayoría se ubican en los municipios con más de 100.000 habitantes (65,2%), mientras que las localidades con menos de 20.000 habitantes concentran el 12,2%. Respecto a la titularidad, la gestión privada (76,9%) supera al resto de fórmulas.
Para garantizar un mejor servicio, el 92,8% de los centros que ofrecieron alojamiento en 2008 abrieron todo el año y el 88,1% estuvieron abiertos todos los días de la semana, incluidos los sábados y domingos. Los centros han ampliado su horario para lograr una mejor atención. Las prestaciones más frecuentes son restauración, acogida, alojamiento y orientación, aunque algunos se han especializado también en asuntos laborales y ofrecen orientación para facilitar la inserción de los usuarios en el mercado de trabajo, además de asistencia jurídica o atención psicológica.