La Escuela de Cultura de Paz, una organización creada en 1999 con el propósito de trabajar por la cultura de paz, los derechos humanos, el análisis de conflictos y de los procesos de paz, ha elaborado un anuario en el que pone de manifiesto las transformaciones y los avances hacia el diálogo en países en conflicto, al mismo tiempo que subraya que «la firma de acuerdos no significa el fin de la violencia». «Un tratado de paz es un paso más de un proceso muy largo y silencioso en el que, muchas veces, tanto la comunidad internacional como los medios de comunicación parece que pierden interés», recoge el ‘Anuario 2006 de procesos de paz’.
En esta primera edición se analizan los conflictos en los que se llevan a cabo negociaciones para llegar a un acuerdo de paz, con independencia de que estas negociaciones estén formalizadas, se encuentren en fase exploratoria, transcurran satisfactoriamente o, al contrario, se encuentren estancadas. La mayoría de las negociaciones se refieren a conflictos armados, pero también analizan algunos contextos en los que, a pesar de que en la actualidad no se producen enfrentamientos armados de consideración, las partes no han alcanzado un acuerdo definitivo que acabe con las hostilidades y los contenciosos pendientes. Las negociaciones, por tanto, tienen sentido para evitar iniciar o reabrir enfrentamientos armados.
Resumen de la evolución de los procesos de paz durante el 2005
La memoria publicada por La Escuela de Cultura de Paz hace un recorrido y un análisis por los más importantes conflictos y procesos de paz alcanzados durante el pasado año:
El año 2005 pasará a la historia de los procesos de paz por haber acabado con uno de los conflictos armados más letales de la historia contemporánea, que ha afectado el sur del Sudán durante más de veinte años. En enero, el gobierno sudanés y el SPLA firmaron un acuerdo de paz definitivo, después de tres años de negociación en Kenia. El otro hecho destacado es el rápido y sorprendente desenlace del conflicto de la región indonesia de Aceh, gracias a los buenos oficios de Finlandia, que ha permitido el desarme del GAM al finalizar ese mismo año. Por su simbolismo en Europa, cabe mencionar igualmente la renuncia de la lucha armada por parte del IRA y su posterior desarme, lo que ha puesto fin al conflicto de Irlanda del Norte.
Se han abierto también nuevas posibilidades en Argelia, Burundi, India y Nepal, aunque en su mayor parte no se trata realmente de procesos de paz, sino de exploraciones sobre propuestas surgidas desde gobiernos, grupos políticos o grupos armados de oposición. «El 2005 finaliza con unas 30 negociaciones en marcha, de las que 19 correspondían a conflictos armados, 8 a conflictos no resueltos y 3 a conflictos que han finalizado». En diciembre y teniendo presentes los procesos mencionados en fase de finalización, un 20% de las negociaciones funcionaba relativamente bien, un 33% tenía ciertas dificultades, y un porcentaje similar de las negociaciones iba mal. Finalmente, cabe destacar que existen negociaciones en dos de cada tres conflictos armados.
El director del curso, Vicenç Fisas, y sus colaboradores destacan las siguientes conclusiones:
- La gran mayoría de los conflictos armados han sido resueltos por medio de negociaciones, y no por una victoria militar.
- En los conflictos actuales se negocia antes y con más celeridad que hace dos o tres décadas.
- El conflicto de Colombia es el más antiguo de los que todavía están vigentes.
- Las FARC colombianas y los tamiles de Sri Lanka son los grupos que iniciaron las negociaciones hace más años (22), sin haber resuelto el conflicto durante este período.
- Los líderes de los grupos en conflicto con más años de liderazgo han tardado el doble de tiempo en iniciar negociaciones, al contrario que los líderes que llevan menos años al frente de sus respectivos grupos.
- Las convicciones religiosas son un rasgo específico de la mitad de los líderes de los grupos armados y de su programa.