La Plataforma del Voluntariado de España (PVE) cumple 30 años. Con un amplio recorrido en el mundo asociativo y desde 2010 como directora de la PVE, Mar Amate cuenta en esta entrevista cuál ha sido la evolución del voluntariado en nuestro país durante este tiempo. Amate describe con asertividad y entusiasmo que “hoy en día hay 3.100.000 de personas que hacen voluntariado y que desde la Plataforma siguen trabajando para que sea un derecho de todas las personas”. La PVE está integrada por 78 organizaciones de ámbito estatal así como por plataformas autonómicas y provinciales de toda España. Entre sus miembros figuran entidades como Cruz Roja Española, Cáritas, Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD), Fundación Secretariado Gitano o la ONCE. La directora de la Plataforma asegura que en estos años “las entidades han ido evolucionando en su propia gestión, han pasado de ser un grupo de voluntarios que trabajan en una causa común a marcarse unos objetivos, planificar y definir su estrategia”.
“Ahora mismo la Plataforma del Voluntariado de España tiene 78 entidades socias”
La Plataforma del Voluntariado de España es la primera plataforma que se constituye en España como agrupación de entidades. Después se han ido constituyendo otras sectoriales, como la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) o el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI). Pero hace unos años había una serie de entidades que tenían un elemento común y es que trabajaban con voluntariado; aunque trabajaban en distintos ámbitos, el voluntariado les unía y era lo más básico del movimiento asociativo. En 1986 decidieron unirse para poner el voluntariado en valor, mejorar la gestión, la interlocución y el apoyo que pudieran recibir de las administraciones públicas para fomentar el voluntariado. Este fue el origen de la plataforma, aunque luego ha seguido creciendo. Ahora mismo tiene 78 entidades socias, entre ellas organizaciones grandes como Cruz Roja, Cáritas, Asociación Española contra el Cáncer, UNAD, etc. y otras plataformas autonómicas o locales que a su vez aglutinan a otras entidades autonómicas y locales. A pesar de que tienen distinta naturaleza, su elemento común es el voluntariado, el afán de transformación social a través de la acción directa y la persecución de un modelo social basado en la igualdad, la equidad y la solidaridad.
“Hoy en día en España hay 3.100.000 personas que hacen voluntariado”
Según nuestras investigaciones, hoy en día hay 3.100.000 personas que hacen voluntariado. En los últimos años desde 2011 el número de personas voluntarias ha ido aumentando, aunque desde 2015 hemos visto una tendencia al estancamiento, que iremos viendo cómo evoluciona. La mayoría son mujeres mayores de 45 años, con formación universitaria y que están trabajando, a pesar de que el número de personas jóvenes está cada vez aumentando más.
Uno de los motivos del incremento del voluntariado en estos años de crisis ha sido el paro. Muchas personas en desempleo decidieron dedicar su tiempo a tareas de voluntariado, transcendieron su propia situación para dedicarse a otras cuestiones. Al preguntar en nuestras investigaciones por qué no hacen voluntariado, una de las razones principales es la falta de tiempo. El desempleo ha generado que la gente tenga más tiempo y se pueda implicar.
Los ámbitos en los que se puede ser voluntario son muy diversos. Está el voluntariado social, voluntariado deportivo, cultural, infancia, ocio y tiempo libre, etc. Pero detectamos que hay ámbitos que necesitan mucho apoyo y más personas voluntarias, como puede ser la extrema pobreza o las cárceles. Por eso estamos haciendo un gran esfuerzo por que haya más personas voluntarias que se apunten a estas causas.
Hacer voluntariado con personas es una cuestión muy delicada porque estamos trabajando con situaciones muy difíciles. Todas las organizaciones tienen sus procesos de definición de perfiles de voluntariado y unos procesos de formación y acompañamiento a estas personas voluntarias en sus tareas. En algunos programas se está potenciando que quienes hayan sido beneficiarios de voluntariado puedan poco a poco en su proceso de evolución personal convertirse en personas voluntarias: por ejemplo, personas con discapacidad o personas con problemas de adicciones o drogodependencia.
“La implicación de más personas en temas como discapacidad, violencia de género o problemas medioambientales ha hecho que el voluntariado evolucione”
Hay más personas voluntarias y lo relacionamos con que la sociedad es cada vez más consciente de que la participación en lo público va más allá de votar cada cuatro años en unas elecciones. Hemos ido descubriendo ámbitos a los que hace 30 años no prestábamos atención. Cada vez queremos ir construyendo una sociedad más justa. Por ejemplo, la implicación de más personas en temas como la discapacidad, la violencia de género o problemas medioambientales ha hecho que evolucione y que queramos cuidarlo más entre todos. La sociedad ha evolucionado y el voluntariado, como ejercicio de participación, también.
Las entidades han ido evolucionando en su propia gestión, han pasado de ser un grupo de voluntarios que trabajan en una causa común a marcarse unos objetivos, planificar, definir su estrategia… y esto implica una gestión nueva del voluntariado. Con la primera Ley del Voluntariado en 1996 se obligaba a las organizaciones a hacer programas. Esto provocó una rápida evolución que se ha visto que como marco regulador se quedaba antigua. Así que en 2015 tenemos la nueva ley, lo cual significa que el voluntariado es un fenómeno social que está creciendo y necesita que todos los agentes sociales se puedan implicar en él como derecho de todas las personas a participar y cambiar las cosas.
“La Ley de Voluntariado ha mejorado en concebir el voluntariado como derecho de las personas y que ha de estar presente en todas las etapas, edades y agentes”
A grandes rasgos y sin entrar en detalles, la nueva ley ha mejorado sobre todo en concebir el voluntariado de manera muy transversal como derecho de las personas y que ha de estar presente en todas las etapas, edades y agentes, desde la educación y formación, sociedad, empresas. Una de las novedades es que a las personas beneficiarias de la acción voluntaria se les concibe como eje central. No existe voluntariado si no existen unas personas con las que trabajar y esto se convierte en el eje central. El voluntariado se hará en las ONG, pero las administraciones, universidades y empresas tendrán un papel de fomento y promoción del voluntariado.
La Ley recoge a las empresas como promotoras del voluntariado y desde la Plataforma apoyamos a que estas animen a sus empleados en la implicación de programas sostenibles de voluntariado. También tenemos muy claro que el voluntariado parte de la gratuidad y la libertad de las personas para implicarse en una causa, son personas de la sociedad civil que se unen en asociaciones por una causa. Las empresas tienen otro papel y responsabilidad social, y podrán y deberán colaborar con la sociedad civil, pero cada uno tiene sus papeles y fines diferentes.
Al comparar los datos del voluntariado con otros países nos salta una alarma y es que lo que aquí entendemos por voluntariado es diferente. La sociedad mediterránea concibe el voluntariado como una acción que trasciende mis propias necesidades, de mi propia familia y mi red social más íntima. Esta red social está muy clara en España, pero en otros países esas redes familiares no existen y necesitan otras alternativas, como por ejemplo el voluntariado. Ante esto, las cifras pueden colocar a España fríamente por detrás de los nórdicos; teniendo en cuenta que no estamos midiendo lo mismo. Además, en España hemos estado 40 años en una dictadura en la que no existía el derecho de asociación y también tenemos un fenómeno de voluntariado muy moderno desde la democracia.
Uno de los retos es convertir el voluntariado en un derecho para todas las personas a poder hacerlo, con todo el trabajo que implica en todos los ámbitos. Saber que dentro de 30 años todas las personas sabrán qué es el voluntariado, que todos los niños y niñas hayan estado en contacto y puedan implicarse en actividades voluntarias y, sobre todo, seguir poniendo sobre la mesa el valor de la solidaridad como reto social. Y como reto de asociaciones, ir mejorando la gestión de las asociaciones de tal manera que podamos hacer el acompañamiento a la sociedad en este objetivo, que las personas sepan qué es ser voluntario y cómo hacerlo.