María Jesús Herrera, coordinadora de Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL), reivindica en el Día Internacional de la Paz una sociedad más justa y más humana en la que las ideas sean compatibles con la eficacia y el trabajo bien hecho, y en la que el respeto a los derechos humanos sea el eje fundamental a partir del cual puedan desarrollar sus actividades en cualquier parte del mundo. Actividades como las que realiza el MPDL desde hace 23 años y que giran en torno a la libertad, la cooperación al desarrollo, la convivencia entre hombres y mujeres, y el respecto al medio ambiente. Porque no hay que olvidar que “la Paz es mucho más que la ausencia de la guerra”, subraya.
Las ONGs de desarrollo tienen un papel muy importante en la democratización de las sociedades en las que trabajan y, además de la creación de estructuras productivas que contribuyan a mejorar el nivel de vida de las comunidades en las que actúan, sus proyectos centran cada vez más sus objetivos en promocionar la sociedad civil. Las organizaciones entienden la necesidad, por un lado, de extender la red de iniciativas civiles y, por otro, de la consolidación democrática de las sociedades, con el fin de asentar los derechos humanos, las libertades fundamentales y la igualdad de oportunidades como la base del funcionamiento social. En esta tarea, las ONGs deben incidir de manera fundamental en el apoyo legal y el acceso a los derechos por parte de la población, promoviendo la formación y la información independiente y objetiva, así como la tolerancia y la confianza en las comunidades multiétnicas, como piezas claves para lograr un desarrollo integral de la sociedad.
La paz es mucho más que la ausencia de la guerra. Éste ha sido, sin duda, el hilo conductor del Movimiento por la Paz- MPDL- durante 2005. Son ya 23 años trabajando al servicio de la PAZ, intentado consolidar los valores en los que firmemente cree nuestra organización, tales como la libertad, el respeto de los derechos humanos y la convivencia entre hombres y mujeres. Género, Derechos Humanos y preservación del medio ambiente son, además, ejes transversales que rigen nuestro trabajo diario y que orientan todos nuestros proyectos, tanto a nivel internacional como los que desarrollamos a nivel local. Éste ha sido el motor principal de nuestro trabajo durante 2005 en el que hemos seguido trabajando tanto en España como fuera de nuestras fronteras por la construcción de una PAZ posible que abarque todas las facetas de la vida.
Consiste en la transmisión de valores de paz y no violencia a la población, entendiendo la paz no sólo como ausencia de guerra, sino como el resultado de una situación de igualdad, justicia y solidaridad; y la no violencia como la erradicación de cualquier tipo de violencia, ya sea directa o estructural. Entendemos la educación para la paz como una educación liberadora y orientada a alentar la acción social en pro de la paz, la justicia, el desarrollo y los derechos humanos.
Una de las vías de trabajo por la Paz, como bien propone la Alianza de Civilizaciones, es el fin de las desigualdades económicas y la erradicación de la Pobreza. En este sentido, los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas nos ofrecen una propuesta de trabajo que implica a todos los agentes internacionales
“Los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas nos ofrecen una propuesta de trabajo que implica a todos los agentes internacionales”. En el momento en el que todos los seres humanos, los del Norte y los del Sur, tengan acceso a una vivienda, a una educación, una atención sanitaria, una posibilidad de trabajo digno, unas libertades reconocidas y, en definitiva, a una vida digna en un Estado de Bienestar garantizado, los orígenes de los conflictos habrán terminado. Esta es la verdadera vía de construcción de la Paz a través de la reducción de las diferencias entre Norte y Sur.
Trabajamos en Guatemala y Nicaragua en el ámbito de intervención: agua, seguridad alimentaria, derechos humanos y educación. Y en El Salvador contamos con una contraparte con la que trabajamos en casos de emergencias. También estamos en la República Dominicana con proyectos de seguridad alimentaria, reforestación, salud, fondo rotatorio de animales; Cuba, Colombia y Perú, donde luchamos por los derechos de las comunidades indígenas.
Un error que se ha cometido durante años en las políticas de cooperación para el desarrollo es el hecho de haber concebido estas políticas desde parámetros esencialmente económicos, pasando por alto la dimensión política del desarrollo. En otros términos, el desarrollo no sólo se alcanza con la inyección de importantes fondos e inversiones, sino también con el cambio de los modos de gestión política, los cuales deben insistir en la transparencia, esto es, un uso correcto de los fondos destinados a proyectos de desarrollo social.
Por tanto, muchas políticas de cooperación para el desarrollo fracasaron por no haber contemplado en sus líneas estratégicas esta realidad. Este hecho obligó a muchos gobiernos e instituciones donantes de ayuda al desarrollo a revisar en la década de los 90, tras la caída del Muro de Berlín, sus políticas de desarrollo. Muchas de estas políticas incluyen hoy lo que se ha denominado “la cláusula democrática”, que compromete a cualquier país que aspira a recibir ayuda al desarrollo a aceptar cambios políticos que permitan una apertura de sus estructuras hacia la democracia y el respeto de los derechos humanos.
Sí, aunque no definitivo, ya que el desarrollo, al ser una realidad compleja y multisectorial, requiere también, más allá de la buena gobernabilidad democrática, una política de educación de la población para su capacitación y para prepararla a asumir responsabilidades, convirtiéndose en el propio motor de su desarrollo. Se necesitan igualmente inversiones importantes en las infraestructuras de desarrollo, -carreteras, centros hospitalarios, etc.-, para apoyar el mismo proceso. Por otra parte, la realización de todos estos objetivos es más posible con un gobierno democrático que con una dictadura. Así, democracia y desarrollo deben marchar juntos como elementos de una misma realidad
“Democracia y desarrollo deben marchar juntos como elementos de una misma realidad”influyendo uno sobre otro para alcanzar un mismo objetivo: el bienestar de todos en la igualdad de derechos.
España está viviendo una nueva realidad que bien encajada puede resultar muy enriquecedora para todas las partes implicadas en el fenómeno migratorio, pero para esto es necesario que el tema se aborde desde una perspectiva correcta. Es importante asesorar a la población inmigrante sobre la tramitación de su normalización legal con el fin de facilitar su integración laboral. Considero que este es el paso indispensable para conseguir una verdadera normalización social de este colectivo. Pero este trabajo quedaría incompleto si no se realiza también una labor de sensibilización tanto a la población inmigrante, como a la población de acogida que facilite el conocimiento y la comprensión de ambas culturas y realidades y que favorezca y enriquezca la convivencia pacífica. Por tanto, la integración real de la población sólo es posible con actitudes positivas de la opinión pública,
La integración real de la población sólo es posible con actitudes positivas de la opinión públicano con su indiferencia o rechazo, y es necesaria la implicación de todos los ciudadanos y ciudadanas en este proceso.
Las campañas que pone en marcha el Movimiento por la Paz tienen una doble orientación. Por un lado está la sensibilización social, se pretende difundir los valores de solidaridad y convivencia, al tiempo que se informa sobre la realidad de los países en vías de desarrollo. Por otro lado, se orientan a la consecución de fondos para trabajar con las poblaciones con las que trabajamos en proyectos de desarrollo, de acción social o bien de ayuda humanitaria.
La actuación del Movimiento por la Paz en Líbano se enmarca en la estrategia que la organización desarrolla en todo Oriente Próximo, que prioriza la atención a la población palestina, tanto en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania como en Líbano, Jordania e Irak. Actualmente, Líbano cuenta con 12 campos oficiales de refugiados palestinos que acogen a 394.532 personas.
“Actualmente, Líbano cuenta con 12 campos oficiales de refugiados palestinos que acogen a 394.532 personas”Esta población refugiada tiene totalmente recortados sus derechos fundamentales, careciendo de servicios eficaces de sanidad e higiene y sufriendo serios problemas de acceso al empleo y, por tanto de opción a tener ingresos propios. Las leyes libanesas prohíben a los palestinos trabajar en más de 70 profesiones, entre ellas las de mayor cualificación.
El Movimiento por la Paz tiene 140 empleados, contando los que trabajan en las sedes de Madrid y los que están expatriados. Además, en cada una de las misiones trabaja personal local y se colabora también con otras organizaciones locales. Junto a ellos, el Movimiento por la Paz cuenta también con unos 250 voluntarios.
Existe una estrecha relación entre inversión en educación y desarrollo humano, como se ha recogido en foros como la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (Copenhague, 1995), el Foro Mundial sobre la Educación (Dakar, 2000), donde se ha remarcado la importancia de la inversión en educación como elemento clave para la superación de los problemas del desarrollo. La inversión en desarrollo humano es imprescindible para el progreso económico, la democratización del saber y del poder, la equidad social y la participación ciudadana. Por ello, entre los mecanismos de canje de deuda existentes es fundamental priorizar la conversión de deuda para la financiación de la educación.
La importancia de este sistema ha quedado patente con el reconocimiento del año 2005 como el Año Internacional del Microcrédito por parte de Naciones Unidas, con el objetivo de que todos los que trabajan en programas de erradicación de la pobreza tomasen medias para proporcionar créditos destinados a fomentar el trabajo por cuenta propia y las actividades de generación de ingresos a un número cada vez mayor de personas que viven en la pobreza.
El microcrédito ha sido descrito como la herramienta más poderosa que se ha inventado para acabar con la pobreza. La práctica de los microcréditos ha supuesto una gran revolución al otorgar créditos para pequeños negocios a personas que, por su condición de pobreza, analfabetismo y discriminación social, no podrían optar a ellos. De esta manera es posible el empoderamiento de grupos sociales que tradicionalmente han estado excluidos, como las mujeres, que son los principales beneficiarios de los proyectos de microfinanzas. Los beneficiarios, capaces de emprender un pequeño negocio, mejoran su calidad de vida y contribuyen a la creación de riqueza local potenciando el mercado interior. Por eso considero que los microcréditos tienen un papel muy importante de cara a cumplir con los objetivos del Cumbre del Milenio, si se destinan a fomentar el desarrollo social en general y no únicamente económico.
La misión que desempeña una organización como la nuestra se materializa desde el trabajo que desarrollamos en las distintas áreas de actuación: sensibilización, promoción del voluntariado, cooperación internacional y codesarrollo, protección del medio ambiente y promoción del desarrollo sostenible, acción social, acción humanitaria, contribución al fomento del conocimiento y de la participación. De manera que todas nuestras acciones nos conduzcan a lograr una PAZ duradera y sólida allí en donde trabajemos. En lo que se refiere al 2006 concentraremos nuestros recursos en aquellos países en los que nuestra actuación tiene mayor impacto, incrementando nuestra presencia en el continente africano. En España, realizaremos un trabajo de continuidad en el acercamiento y apoyo a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.