La violencia e inseguridad que se vive en Costa de Marfil ha obligado a más de 20.000 personas, entre ellos 9.300 niños, a huir de sus casas en la ciudad de Duekoué hacia urbes vecinas, según ha informado Save the Children, que acaba de visitar tres ciudades del oeste del país africano para evaluar la situación de los desplazados, identificar las necesidades más urgentes y priorizar las áreas de respuesta.
La ONG ya ha comenzado a distribuir entre los desplazados material básico como cubos o esterillas para dormir. También ha puesto en marcha centros para los niños en refugios con materiales para jugar. De los menores desplazados, 300 tienen menos de cinco años y hay casi 400 madres que aún dan el pecho a sus bebés.
«Hemos empezado a proporcionar materiales básicos para las familias y ahora vamos a centrarnos en sus necesidades emocionales y psicológicas. Estos niños lo han pasado muy mal las últimas semanas, han tenido que abandonar sus casas, sus pertenencias, sus amigos e incluso a miembros de su familia. Tienen miedo y necesitan apoyo para volver a la normalidad», ha explicado la responsable de Programas Internacionales de Save the Children, Lucía Losoviz.
La ONG ha comenzado a tratar las necesidades emocionales, psicológicas y sociales de los niños con la distribución de juguetes y actividades de recreo donde puedan jugar juntos, lo que les ayudará a superar las dificultades por las que han pasado.
Save the Children también ha informado de que colabora con agencias de Naciones Unidas y otras ONG para identificar las necesidades más urgentes para los desplazados dentro de Costa de Marfil, así como para los refugiados en Liberia y otros países vecinos. Unos 30.000 marfileños han huido a Liberia, entre ellos 14.000 niños, mientras que Naciones Unidas estima que unas 300 personas han escapado a Guinea y más de 50 a Mali o Burkina Faso.